domingo, 11 de diciembre de 2016

Miserias

Centelleante miseria que vives
en el alma de los hombres,
detente un segundo,
no cantes aun victoria.

He visto a la gente corriente
convertirse en brillantes caballeros
sin espada,
bastaron un segundo de belleza.

Trasformada la anodina envasadora
en germen de la lucha de los hombres
por un trabajo digno.

El estudiante mas meticuloso
gritar a los cuatro vientos
la injusticia de una propina
tirada al suelo del destierro.

Así que espera un segundo,
y verás pasar junto a ti,
manadas de hombres justos
dispuestos a hacerte frente.

Adolfo Lisabesky



sábado, 3 de diciembre de 2016

Amig@s

No son los que el facebook,
dice que tengo.
Los dedos de mis manos,
son mas exactos.
Mi extraña manera de entender la vida,
los redujo a la maravillosa expresión.
Y con ellos he soñado, discutido, llorado,
me he entusiasmado, manifestado,
los he escuchado, me han escuchado,
cuando me decían que sí, me crecieron
cuando me decían que no, me hicieron gigante.

Mis amigos que en las noches de insomnio,
rodean mi cama para decirme,
duerme amigo, mañana tu espejo
volverá a sonreirte.

Los hay muy antiguos,
con los que descubrí maravillas,
mas o menos alcohólicas,
los hay altos y dispuestos,
bajos y atentos a la vida.
Los hay que se crecen en la adversidad,
y otros que en momentos adversos,
encontramos sombraje y auxilio.
De los nuevos, un camino por recorrer,
de todos la alegría que ni se compra,
ni se vende, ni se lanza a la cabeza de nadie

Adolfo Lisabesky (Orgulloso de la calidad de sus amig@s)


martes, 29 de noviembre de 2016

Ramas podadas

Nace en mi el intenso deseo
de hacer de ti,
rama en mi cuerpo.
Como las hojas abiertas
que protejen el fruto,
quiero ser hoja y fruto,
para no equivocarme.

Quisiera dar una ultima bocanada
para que el aire sepa que vivimos,
bailar estenuado,
y en el último giro,
caer desnudo sobre tus pies.

Como sueño en colores,
mi siquiatra aumentó la dosis de lexatín,
como recito poemas,
en mis clases de matemáticas,
mi sombra huye de mi.

Ahora soy un leño sin sombra,
una habitación abierta a un solar,
donde las ratas se atiborran
              a turrón caducado.
La aurora que aun no terminó por amanecer.
Ese soy yo,
           te lo digo por si oyes de mi
palabras hermosas.

Aun me cuesta levantarme,
el frío invernal sopla
desde atrás del almanaque,
la ventana susurra canciones
   de historias silenciadas,
y tú, no eres ni la sombra
de la rama que un día
quise tener pegada a mi alma.

Adolfo Lisabesky




sábado, 26 de noviembre de 2016

Autopoesía

Es la poesía un batiburrillo de palabras,
que a veces incluso, un lector
encuentra sentido.

Es la poesía la conversación
con ese hombre que siempre va conmigo,
la estaca, la cuerda y el camino.

Es la poesía la manifestación
íntima de que vivo,
la lumbre, el despertar y la rama de olivo.

Es la poesía el último sentido del abismo,
la esperanza a la vuelta de la esquina,
la amiga, el misterio y el destino.

Todo eso dice mi poesía
que es la poesía,
auque esta zorra misteriosa,
empuja mis palabras,
a la espiral vertiginosa de la vida.

Adolfo Lisabesky (Me equivoco, luego hago poesía)

sábado, 5 de noviembre de 2016

Donde dije Diego digo adiós

Dicen los cínicos,
"Qué mas da "
No mas que frases
escritas y sombreadas,
"Qué mas da"

Y en una encina
descansan muertas esperanzas,
"Que mas da"
No corras si ha de encontrarte
el cansancio mas pronto que tarde.

Esos puñales afilados,
en un segundo flores
de una eternidad de cadáveres.
"Qué mas da"

Y así nos va,
descansan en el camino,
los cínicos caminantes.
Mudos, observan la vida,
escuchando las fotografías
        del ayer.
Descansar, abandonarse,
estirar la pata antes de que el forense
           lo certifique.
Siglos antes de la penúltima oportunidad
                        de salvación. 

Y el ingenuo, el tonto, o el loco
deben saber que su camino
estará jalonado de mudos
                    visitantes
ajenos discontinuos a la vida de otros.

Adolfo Lisabesky (cínico a tiempo parcial)




domingo, 23 de octubre de 2016

Bolsillos

Deja que mire en mi bolsillo,
                           a ver
una lista de cosas por comprar,
otra de cosas por hacer,
y entre cosa y cosa,
la vida en pelusas.
 
El gallinero picotea los asientos
              y descubren en su interior,
poemas de tímidos poetas.
El gerente promete un poemario,
y el aforo responde con una palmada sorda.

Mis amigos se cuentan a cientos,
en los dedos de múltiples muñones,
no es para menos,
                       y a ser verdad,
ni para mas.

Encontré entre los olvidados
objetos de un bolsillo agujereado,
unos versos que escribí hace mas 
de dos vidas.
                           Dice así:
"Cuando caiga la noche
y las dentelladas de lo que no pude hacer,
caigan dramáticamente sobre mi,
sálvame y dime que en el amor
di todo lo que un loco puede dar"

Adolfo Lisabesky


lunes, 17 de octubre de 2016

Anna Boch (video)

Abajo el telón gastronómico


Cuando se prendieron las cortinas de la cocina algo me dijo que mis experimentos culinarios no eran de tu agrado. Aquella paella sofrita con mantequilla fue mi último crimen. De todas formas, pudiste ser mas clara y sincera. Realmente no soy muy bueno leyendo entre lineas, ni tu mirada, ni la palma de tu mano rechazando mi último postre, ni siquiera las arcadas tras mi potaje de chirlas y coliflor, hacían prever el triste final de mis cortinas.


Dedicaré mi tiempo a la pintura, espero que mis amaneceres no sean tan dramáticos como mi pollo sofrito con higos.

viernes, 14 de octubre de 2016

Compañero, compañera

Compañero, no dejes que baje mis brazos,
no permitas que mis tristezas
empañen el camino,
no, no lo hagas,
si alguna vez porté alguna bandera,
recógela cuando caiga,
levántala por encima de los hombros,
de los hombres tristes.

Compañera, no me dejes caer,
no permitas que mis dias oscuros,
borren de tus ojos
los arcoiris que entre tantos encendimos,
no compañera, no lo hagas.
Si alguna vez canté canciones
donde la esperanza fuera la reina del estribillo,
retoma tú, la canción.
¡No tengas verguenza! canta,
te mirare y desearé volver a cantar.

Compañero no dejes que descanse,
no permitas que el andar de la lucha
                               se detenga,
no, no lo hagas.
apremiame, y dime que mañana será otro día.

Adolfo Lisabesky






lunes, 10 de octubre de 2016

Aforismos para después de la batalla

Descansa aquí tu pecho,
junto al camino que abandonamos.

Ahora que de tu boca
partió la última declaración de guerra,
deja que bese tus labios por vez primera.

Batallones de orgullo defienden
                             nuestra trinchera,
pero yo conozco el momento exacto
                    de su desbandada.

Olvida el dolor del último puñal,
no había odio y sí, desamparo.

Cuando caiga la noche,
piérdete en mi piel,
como yo lo hago en tus ojos.

Fui a buscarte en el pozo de los deseos,
pero a ti nunca te gustaron las humedades.

Y de entre los reproches,
un misterio sin resolver.

Todo está en calma.
incluso el brillo de tus ojos.

Porque fui a buscarte y no te encontré,
hoy duermo pegado a mis recuerdos.

Adolfo Lisabesky








lunes, 3 de octubre de 2016

Tal como éramos

Poco antes de que los domingos fueran amargos, me gustaba esperarte bajo la lluvia, y luego reprochártelo. Lo nuestro duró tan poco, que el beso que nos dimos calló en espiral sobre mi pasado hasta el presente de mis sueños.

 


En todos mis despertares me oigo diciéndome, lo que tal vez  no te dije entonces, pero tú estás demasiado lejos para oír mis susurros, nos separan veinte años y un día.



lunes, 26 de septiembre de 2016

El pastel de cierva

 
Y le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete. Mi padre lo cogió y corrió al embarcadero, aquella isla parecía un decorado, también la barca, e incluso el diminuto mar que atravesó.

Llegó a casa y saborearon los restos del pastel que tanto había gustado al notable invitado. Nadie entonces pensó que ese trozo de repostería nos daría de comer a generaciones de pasteleros. Aun hoy pocos saben que el pastel de cierva, no tiene ni ciervo ni cierva, que ese pastel medio dulce y medio salado, debe su nombre a D. Juan de la Cierva.


sábado, 17 de septiembre de 2016

Gratuidad

Nada sale gratis,
ni respirar, ni acompañarte
al otro lado de la valla,
nada.

El esmalte de tus uñas
enredó mi corazón
y ahora mi alma copió tu color.

Nada sale gratis,
ni el consejo que te di,
cuando bailábamos medio borrachos.

De ti y de mi,
solo quedarán tus medias,
negras como el humo de mis rodillas.

Nada sale gratis,
ni siquiera estos versos,
que escribo bajo el influjo de esta 
                                     penumbra.

Adolfo Lisabesky
                        


jueves, 15 de septiembre de 2016

Acorazados

El brillo del botón de su camisa,
hacía pequeños los destellos de la luna.
Cuando mis dedos curiosos
recorrían sus serranías,
ella era el mar y yo un barco pesquero.

Bastaba un rayo de sol imprudente,
a través de la ventana,
para que mi voz fuera suya,
y sus manos la tierra.

Porque derretirse en otoño
es como alcanzar la meta en la batalla,
porque vivir en un río sin fondo
hace de mis branquias, dulces pulmones.

Tienen las caderas el son de la primavera,
y yo invidente, pretendo aprender a bailar
sesteando mis dedos por tu piel.

Me estiro, se encoge el alma,
y alcanzo aquel planeta,
del que nos previno
un científico loco.
No le hicimos caso,
y ahora nuestros vecinos
tienen antenas en sus traseros.

Oigo tu voz en el fondo del río,
pero mis dulces pulmones
desconocen el idioma de los salmones.

Adolfo Lisabesky

jueves, 28 de julio de 2016

Flor de pascua

Enmudeciste,
pero no fue como el rayo,
que antes de callar,
deslumbra con fiereza.

Tú desapareciste,
con la humildad,
con que la flor de pascua,
cierra sus pétalos,
retorcidos se cierran a un nuevo día.
Poco a poco ha ido plegando sus velas,
hasta que al final
su belleza solo es un rescoldo,
la anécdota del día,
el sueño de la noche.

Así te fuiste,
sin dar un último
golpe sobre la mesa
de la poesía.
Dejando la puerta entreabierta,
para que la luz del día,
me despierte, tarde o temprano,
de esta aguerrida melancolía.



Adolfo Lisabesky

jueves, 2 de junio de 2016

De CEIP a IES y tiro porque me toca

Ser maestro significa:
subir a la montaña rusa,
por eso llego a casa con los pelos
                     de punta.

Hay días que anochecen amanecidas,
discreto y de puntillas
abandono el aula,
no debiera  despertar a Peter Pan.

Dicen "Errare humanum est"
hace años que descubrí mi humanidad,
ellos lo saben,
se ríen de mis errores,
es su risa mi perdón.

Ahora que vuelvo a casa,
en un coche de maestro,
con el alma que olvidó un maestro,
y los pies de un alumno aventajado,
pienso que el día
                              me mostró 
 lo mucho que me queda por ver.

Adolfo Lisabesky



lunes, 23 de mayo de 2016

Agua de Invierno

Tú quieres oírmelo decir,
y yo  olvidé articular las palabras.

La verdad es que solo tuve un gran amor,
¡Me he querido tanto!
 siempre fui un obstáculo entre los dos

Todo lo demás
es agua de invierno,
o sol de verano,
como quieras,
tú me entiendes.

Porque en noches como está
soñé tenerte entre mis brazos,
solo estúpidos versos de amor
se desprenden de mis manos.

Adolfo Lisabesky


III Microrrelato no seleccionado por la cadena SER

 23/05/2016

Casa con invernadero

En esa casa no vive Mizuki Tanaka" y añadióSiendo niños lo veíamos en el invernadero recortando cuidadosamente los bonsais”. La hiedra había sustituido a las cristaleras.
En Almería, Tanaka descubrió que el imperio del sol tenía mucho que aprender, él lo hizo durante veinte años, hasta caer a los pies de las escaleras. Rodó en su último instante al lugar donde John daba y recogía las cartas, que el mismo entregaba a Yoko.


miércoles, 18 de mayo de 2016

II Microrrelato no seleccionado por la cadena SER

16/05/2016

Terco navegador


Desde el otro lado del planeta
se desnuda una estrella.
A ti y a mi nos sobran los amigos,
en cambio
los echarás en falta en la carretera.
Tu nombre resuena en todos mis poemas,
Elena, Elena, Elena,
que no te devore la arena.

 

lunes, 9 de mayo de 2016

I Microrrelato no seleccionado por la cadena SER

Comienzo una serie de microrrelatos fracasados:

9/5/2016

Correspondencia sentimental

El agua espantaba a las avispas escondidas bajo las hojas, animaba al vecindario . La plaza era una caja de gritos “ Como me quite la zapatilla…"






De aquellos barros, los lodos cibernéticos . ¿Estarán los fetiches que guardamos bajo un solemne acuerdo infantil? : “Para el que mas lo necesite.”
Un ascensor montado en la fachada, el ladrillo que escondía nuestro secreto. Estiré mi mano y saqué una cuartilla:
“He perdido tantas batallas que he tenido que rescatar nuestro tesoro.”
y las letras de una canción “Los amores cobardes no llegan a amores”
Hoy compartimos el presente. La vida suelta maromas, solo hace falta encontrar puntos de amarre.

jueves, 21 de abril de 2016

Futuros

Llegará el día en el que no podré decir,
"no hagas caso y sigue adelante"
habrá jueces que dictaminen tu futuro,
implacables,
y tú, lloroso, creeras que debes
someterte a sus condenas.

Por entonces tal vez yo no esté
para decirte que la humanidad
es casi tan elástica,
como el ego de estos categóricos profetas.
Para sujetar tu barbilla,
secar con un dedo,
la suicida lágrima,
y después de mirarte
durante una eternidad,
decirte que el futuro no existe,
sino es el que tú te construyas,
que las palabras de otros
son fuegos artificiales,
o en el peor de los casos
dardos que van directos al alma.

Hoy que la luz, musita,
que mi alma, por una melodía ínfima,
baila cantando canciones de amor,
me he llenado de valor
para que tú
no eches a perder tu vida,
en el arrabal de su misterio
 
 

domingo, 17 de abril de 2016

Poetología

Escribo lineas en hileras
como caídas de un acantilado
al mar de tus ojos.
A veces incluso,
si el día lo merece
si el viento es propicio,
si las estrellas me orientan
rimo mis versos
                asonantes,
incluso en ese segundo
de locura sobrevenida
                 consonantes

Soy tan Quijote
que de mis manos
caen versos a Dulcinea

También veo gigantes
y me lanzo a ellos,
sin Rocinante, sin adarga
                     sin armadura,
sin posibilidad de victoria
                      alguna.

Cuando los gigantes
danzan el baile de la muerte
sobre la única flor del desierto
intento pequeños empujones
                   a sus tobillos.

Cuando los enanos
sintetizan la mañana, la aurora, 
                         el despertar,
me distraigo en su hermosura,
en mi dicha al contemplar.

¿Que he de hacer mas
para que al llegar a un prado
las vacas musiten
                             poeta?
sin dejar de rumiar
            la fresca hierba 
 de la primavera.
 Adolfo Lisabesky





lunes, 7 de marzo de 2016

Y todo es vanidad (con permiso del gran Krahe)

No tenemos remedio,
los que escribimos en hileras,
no tenemos remedio,
ni tenemos perdón.

Que el mirlo
cante mi espera,
que el acebuche
de sombra al caminante,
que el cantar de tu canto,
no sea un canto vacío,
que el mirlo
no muera de sed.

No, no tenemos perdón,
imaginar que podemos glosar,
un amanecer, un crepúsculo,
los días pares, tras los impares,
no tenemos remedio,
tender puentes,
sobre ríos secos,
mirar el mar,
como si fuera el cielo caído,
darnos de bruces con las estrellas,
o caer en el sueño
de unas caderas,
de unas mejillas,
o de los pechos confirmados
en los redondos pezones
      de sus cumbres.

¿Quién creemos que somos?
Un orangután
que en lugar de metralleta,
pusieron en su mano,
un teclado,
un bolígrafo,
o la mínima expresión
         de un esmarfón.

A veces me sueño en Oslo,
con un discurso a medio camino
del de Gabo y Svoroska,
medio poláco, medio latino.
Mientras una multitud
de suecas y algún sueco,
me levanta en hombros.
Entre el patio de butacas,
alguien grita a la familia Real Sueca.
¡La oreja, la oreja!

Me palpo a ambos lados de mi cabeza,
me llevo la mano,
al recurrente rincón,
                        y despierto,
 entre estúpido y contento.

 Adolfo Lisabesky


martes, 1 de marzo de 2016

Pactos

¿Qué sería de la comunicación sin la palabra?
Solo nos quedarían los hechos,
sería todo mas fácil, hechos
                             y algún leve gruñido.

Hoy habla Sánchez,
a unos les pareciera gruñir,
a otros sus palabras dulce ambrosía,
y a muchos, huérfanos de hechos.

La palabra, bastan las vocales,
y alguna que otra consonante,
sazonada con una alguna regla ortográfica,
para construir castillos en el aire.

Hoy Sánchez no quería hacer castillos,
que si un palacio en la Moncloa.
Pero los españoles se arrancaron los oídos,
y ya solo ven castillos reales,
como ese de Velez Blanco que compartimos
con el museo Metropolitano
                                   de Nueva York.

Somos generosos los españoles,
damos castillos a aquellos que no tienen,
y generosos pactos a partidos emergentes
con carpetas de lujo,
con un brillo de exitosos directivos.
El hecho en sí, es tan poca cosa,
si no se adorna con una sonrisa,
una palabra, un dulce propuesta de desencuentro.
Y aquí estamos
esperándolos en la puerta,
como cuando niños,
en aquellas salidas tumultuosas,
de sangre y arena,
en las que nunca me gustó participar.

¿Que le dirás mañana Pablo?
Dilo fuerte, alto, desde Almería,
no se oye nada bien los que habláis
                        por Madrid.
Dicción como aquellos actores de teatro,
¿No aprendiste teatro en la facultad de políticas?
 
Qué mala suerte Pablo,
ahora te vendría muy bien,
someterte a la palabra,
practica el aforismo tuitero,
diles algo como:
"Para este viaje no hacían falta alforjas"

Adolfo Lisabesky




sábado, 27 de febrero de 2016

Adolfadas X

Caricias en un viento ajeno
                a tu voluntad,
tenue luz de invierno
en tus ojos con rotundidad.
Esas son
     mis conversaciones de ascensor.

La llave aun sigue en el fondo
del inmenso Mar,
para encontrarla me escondo,
aprendí con el tiempo a nadar.
Solo humedad
          deseos, y mas edad.

De cuando miraba
el fondo de tus recuerdos,
guardo tu mirada,
la piedras de nuestros sueños,
y un dolor grave
        que nadie sabe.

Llantos, sobre las risas,
en medio de las ciudades, llantos,
llantos que atropellan a otros llantos.
Desde un llanto te vi cantar,
una amarga canción
         de emoción y llanto.

Los peces odian las peceras,
lo sé, vivo en una
con un coral de plástico,
todos me miran,
y yo...les aguanto la mirada.

Recoje tu suave manta invernal,
en aquella maleta sin estrenar
mete recuerdos olvidados
regalos que nunca abriste
y algo de vida para el camino.
entonces camina,
sigue la senda del poeta loco.

¿De que se compone una caricia?
tal vez de un ladrillo de aquel refugio
de alta montaña,
el oasis, palmera y manantial,
en el desierto donde nos encontramos,
la dulce asesina de la soledad,
y la sonrisa amable donde descansar.

Adolfo Lisabesky


  






miércoles, 17 de febrero de 2016

Asalta el llanto

Recuerdas tus llantos
y cristalizan mis ojos.
El agua arrastra la ojarasca,
tus rios, son mares en la distancia

El Juez al oirte, sangró,
como sangra el aire,
en estos dias de invierno,
la murmurante sala, enmudeció,
mis monosilabos no dijeron mucho
y entre tanto silencio,
la belleza caminó sola.
... Como casi siempre,
como las serenatas nocturnas,
como ruedan los enamorados
                      ladera abajo.

El levante nace bajo tus senos,
y aunque lo sabes,
    me gusta tanto recordártelo.
¡Albufera silencia a la pólvora,
al niño, a los gritos mudos del corazón!
Quiero congelar mis versos,
para cuando pueda recitarlos,
bajo una ventana,
en la esquina de los desencuentros,
en el solar de los enamorados,
                        donde el sol
ceda algún rayo donde consumir
            nuestros deseos.

Hoy mis versos lloran junto a ti.






Adolfo Lisabesky


domingo, 14 de febrero de 2016

Palabras y humo

Hoy no es ayer sino mañana
y aunque  tú tengas la onda
a mi ya me alcanzó la piedra.

De tus labios palabras y humo
en mis oídos señales de vida,
abajo alguien canta
 abajo alguien llora,
   siempre cantan y lloran los mismos.

Tengo balas en una recámara,
yo que quise ser poeta,
acabaré siendo pistolero.

Por lo demás, luce extrañas banderas
                      el aire.
venden viejos eslóganes los panaderos.
Ahora caigo, no temas, mis codos están a salvo,
mi cabeza con ese espíritu osco y terco
que tantas nubes me trajo,
sigue intacta, no temas,
no es mas que un refugio,
un albergue, donde ampararse
del acuerdo, de la voluntad de los otros.

En Almería el viento,
hace mella en el pensamiento

Adolfo Lisabesky

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