viernes, 14 de octubre de 2016

Compañero, compañera

Compañero, no dejes que baje mis brazos,
no permitas que mis tristezas
empañen el camino,
no, no lo hagas,
si alguna vez porté alguna bandera,
recógela cuando caiga,
levántala por encima de los hombros,
de los hombres tristes.

Compañera, no me dejes caer,
no permitas que mis dias oscuros,
borren de tus ojos
los arcoiris que entre tantos encendimos,
no compañera, no lo hagas.
Si alguna vez canté canciones
donde la esperanza fuera la reina del estribillo,
retoma tú, la canción.
¡No tengas verguenza! canta,
te mirare y desearé volver a cantar.

Compañero no dejes que descanse,
no permitas que el andar de la lucha
                               se detenga,
no, no lo hagas.
apremiame, y dime que mañana será otro día.

Adolfo Lisabesky






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