¿Cuándo? Y grito
¡Cuándo!
Vocearemos ¡Muerte al
invasor!
¿Cuántos millones
cuestan? ¡Cuántos!
¿Qué precio tiene la
patria, gobernador?
¿Acaso dudáis que es una
invasión?
No hubo heroicas batallas
perdidas,
ni bandos, ni bandas, solo
sin razón.
¿Y los patriotas? Las
banderas vendidas.
No entraron columnas hacia
Portugal,
ni se alzaron en armas
militares traidores,
ni barcos de la pérfida
albión mancillaron las aguas,
sólo burócratas,
tecnócratas, y por fin el fin.
Primero los días de buen
pasto
y ahora...al matadero,
¡Gordos terneros!
¡Al matadero! No quiere
Europa alimentos perecederos.
¿Qué es España? Lo que
sobra del gasto.
Grecia, Portugal, Irlanda
y ahora tú,
España. ¡Muerte al
imperio de la ley!
¡Viva el imperio del
mercader! ¡Viva su Rey!
Confío que todo es
posible aquí abajo, en el sur.
Confío en los maestros,
en los médicos,
en los estudiantes, en
todos los obreros.
Campesinos, jornaleros y
mineros.
Los veo en las plazas, los
caminos y senderos.
De ellos son España y sus
casas,
sus colegios, sus
hospitales, sus minas,
y no habrá ejercito que
provoque más heridas
que la de los mercaderes
¡Ay hermano, si fracasas!
Adolfo Lisabesky