domingo, 29 de julio de 2012

Romeo y Julieta


Reconocí la cara de Romeo, discreta
tras una larga fila de tercios acumulados.
Entre copa y copa me habló de Julieta,
de sus viajes no realizados,
de las drogas no consumidas,
de las vidas no vividas.

Entre copa y copa se imaginaba
personajes por interpretar,
apuestas por un presente imperfecto.
Conocí a Julieta y a sus rectos
propósitos. Sus miedos a los deseos
que a menudo rondaban a Romeo.

Ella pensaba en sobrevivir
y él en vivir.

Adolfo Lisabesky

jueves, 12 de julio de 2012

Invasión 2012


¿Cuándo? Y grito ¡Cuándo!
Vocearemos ¡Muerte al invasor!
¿Cuántos millones cuestan? ¡Cuántos!
¿Qué precio tiene la patria, gobernador?

¿Acaso dudáis que es una invasión?
No hubo heroicas batallas perdidas,
ni bandos, ni bandas, solo sin razón.
¿Y los patriotas? Las banderas vendidas.

No entraron columnas hacia Portugal,
ni se alzaron en armas militares traidores,
ni barcos de la pérfida albión mancillaron las aguas,
sólo burócratas, tecnócratas, y por fin el fin.

Primero los días de buen pasto
y ahora...al matadero, ¡Gordos terneros!
¡Al matadero! No quiere Europa alimentos perecederos.
¿Qué es España? Lo que sobra del gasto.

Grecia, Portugal, Irlanda y ahora tú,
España. ¡Muerte al imperio de la ley!
¡Viva el imperio del mercader! ¡Viva su Rey!
Confío que todo es posible aquí abajo, en el sur.

Confío en los maestros, en los médicos,
en los estudiantes, en todos los obreros.
Campesinos, jornaleros y mineros.
Los veo en las plazas, los caminos y senderos.

De ellos son España y sus casas,
sus colegios, sus hospitales, sus minas,
y no habrá ejercito que provoque más heridas
que la de los mercaderes ¡Ay hermano, si fracasas!

Adolfo Lisabesky

domingo, 8 de julio de 2012

Días de verano

Me declaro seguidor de los días perdidos,
minutos, horas y segundos abandonados
a su suerte. Una sonrisa abierta, versos leídos
o el instante placentero en un intento fracasado.

Proyectos inacabados, trabajos pospuestos
y mientras un niño alarga el tiempo
con la mágica mirada de unos sueños
infantiles, oasis de un estéril desierto.

En esa espera en busca de los días dorados
me martillea la idea que hace de ellos humo,
vano intento de hacer del tiempo, santo 
espíritu venerado y no epejismo, negro luto.

Como si el día fuera una fruta selecta
de la que en cada instante exprimir su zumo.
De ser así, sería fruto seco y no fresca
fruta que pronto deja su manjar, difunto.

Adolfo Lisabesky

miércoles, 4 de julio de 2012

De almas y corazones

Tiene mi corazón sus heridas precisas,
ni una más, no es tan fuerte,
ni una menos, no podría quererte.
Tiene mi corazón curadas las heridas.

De mi alma que podría decir,
tal vez que a veces vuela tan alto
que me olvida y no oye mi llanto.
Es mi alma mi refugio feliz.

Cuando mi alma y mi corazón
dialogan, mi alma  reniega
del corazón, su humana condición.

Cuando mi alma y mi corazón
penetran en las entrañas de mi ser,
se que perderé la razón.




Adolfo Lisabesky

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