domingo, 30 de diciembre de 2012

Lágrimas


Hoy mis manos fueron acomodo
cuenco y soporte de tus lágrimas
caían y caían hasta tocar fondo.

No son mis manos especiales
no tienen el carácter del agricultor
ni la tensión de un pensador
ni la delicadez de un pintor
ni tienen las cicatrices de un pescador

no, no son mis manos especiales
en cambio tus lágrimas encontraron
cobijo entre mis dedos
y entre pliegues y falanges
fue escurriendo tu llanto.

Son mis manos cuencos vacíos,
estrafalarios asideros
donde hoy murieron tus lágrimas

Adolfo Lisabesky

viernes, 28 de diciembre de 2012

Adolfo, el enterado

Decía Sócrates: "Sólo se que no se nada"
Adolfo, el enterado, todo lo sabía
y lo que no sabía se lo inventaba.

Cuando se hablaba de amor 
él era un poeta y recitaba sin rubor
todas las claves del amor.

De política y gobiernos sabía un rato
si sus diatribas fallaban un dato
él las interpretaba por el otro lado.

La técnica no tenia secretos
conocía todos los efectos
de los engranajes  perfectos.

En las leyes tenía su punto más fuerte
conocía los de un lado y los de enfrente,
era abogado, fiscal y juez en un solo frente.

Era conocedor de todos sus semejantes
buenos, malos, descreídos y practicantes,
su afición, clasificarlos en los estantes.

Decía Sócrates: "Sólo se que no se nada"
Adolfo, el enterado, todo lo sabía
y lo que no sabía se lo inventaba.

Adolfo Lisabesky

 



domingo, 23 de diciembre de 2012

Adolfadas Navideñas

¿Que sería del mundo sin apóstoles?
¿Que sería de la palabra?
Moriría en la orilla del Jordán
dormiría a los pies de un hombre.

¿Que es Belén sino la aldea?
Pastores en lenta espera.
No la habitan mercaderes 
sólo labriegos y sus mujeres.

Entre tanto rito y boato
dejaron olvidado al niño
en el pesebre. A ratos
lo visitan reyes y ministros

Mi maestro fue un humilde franciscano
me hablaba de los pobres, perseguidos,
oprimidos, torturados, sus  hermanos,
me hablaba del camello, la agüja y el rico.
Su voz, la apagó el vaticano.

¡El papa tiene twitter!
¡El papa tiene anillo!
¡El papa tiene una casa en Roma!
¿Tiene alma el Papa?

Teólogos, doctores de la iglesia,
traductores del concilio de Nicea,
dejad vuestra programada dislexia,
y volver al niño que inocente espera
que la noche sea corta y el seis una fiesta

Adolfo Lisabesky




martes, 11 de diciembre de 2012

Yo tenía un azucarillo

Yo tenía un azucarillo,
de los de antes,
los que de niño tanto me gustaban.
Sus aristas rectas, casi perfectas
suave su envoltura,
dobladas las puntas,
como para un regalo.
Le busqué un lugar seco,
para no perjudicar ningún lado.
Le presenté un compañero,
al mismo azucarero.
Su enemigo, el salero
en la alacena, lejos.
Pero un día fatídico
quise comprobar su dulzura,
desdoblé el perfecto embalaje
y lo dejé caer en aquel brebaje.
vueltas y vueltas
espiral continua, pura.
y al fin el fin.

Adolfo Lisabesky



lunes, 10 de diciembre de 2012

No me fio de la hache

Un día entre muchos
paseaba ufano por la calle
y cayó encima de mi talle
un árbol con todos sus frutos.

Al instante grite ¡Ay!,
del susto la hache huyó
calle arriba, se escondió,
al rato volvió : “Hay
mucho bruto” La hache gritó
Y aunque muda, bien se chivó,
señalando con su dedo, “Ahí,
está el chimpancé que la fruta derribó”

Deduje que la hache, cobarde,
no era letra de fiar
melindrosa y poco tenaz.
Es por eso que yo, escribo tan mal.

Adolfo Lisabesky

 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Versos pequeños

Quisiera hacer un poema pequeño,
tanto que nos viera sin verlo.
Que de sus letras no distinguiera
las vocales, el cielo de la tierra.

Eso quisiera, saber entrar por los poros
sin atropellar, con humildad, en silencio
y una vez dentro tocar el fondo.
Medicina, pócima sincera, fugaz remedio.

Pero no salgo del cuarteto,
encerrado en esta habitación,
en el laberinto de mis recovecos,
perdido en el mar en perfecta disolución.

Y aunque estos cuatro cuartetos,
,dieciséis versos con métrica loca,
sean perros lazarillos, guías perfectos,
volveré a encallar en la misma roca

Adolfo Lisabesky

 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Poemas al Director

Iniciativa poético-social que trata ocupar los medios de comunicación a través de la poesía, para dar voz poética a los que quieren alzarla. Recortes sociales, pobreza, desigualdades, poderes públicos separados de la ciudadanía...son el motor de esta actividad poética.

Las bases:

En soypoeta.com


La discusión donde se cuelgan los poemas:

Poemas al director

Los agradecimientos:

Repercusión mediática

En los medios:
Diario Público
El Pais
El diario
Noticias de Almería


sábado, 1 de diciembre de 2012

Años, meses, días y segundos

Una vez en la vida podemos ser Reyes
y no poner rodilla en tierra
y en un gesto terco como una piedra
arrojar la yunta hecha para bueyes.

Durante un año tener un día fugaz
y en un temblor quitar razones o darlas.
Equivocarse, perder la razón sin sonrojarse
hacer de lo vivido  lo sentido.

¿Es posible ser hombre mes tras mes?
una sola vez cada treinta días, alzar la voz:
No pasar la raya, no abandonarme.
¡Una sola vez al mes sentir este calor!

¿Y situar la frontera en la semana?
cada siete días, ni uno más, decir: ¡Basta!
sentir las uñas buscar mi propia piel,
vivir ese día con la ética en la sien.

Pongamos que es día a día,
ese periodo constante  en mi vida,
cuando me alzo juez, duro juez
y me castigo inflexible y cruel.

Pero hacer de los minutos y segundos
público de mis aciertos, fallos y logros,
para no morir ni un instante, para ser fruto
maduro en un árbol antiguo, sólo y loco.



Adolfo Lisabesky



sábado, 24 de noviembre de 2012

Sintagma, Sol y Tahrir

Conocen mis amigos de la antigua Alejandría,
el camino a la plaza Tahrir.
Saben los españoles lo que querían
al llegar a Sol en pleno Madrid.
En la plaza Sintagma se reunían
mis queridos griegos de diez mil en diez mil.

Pasan los años, camaradas,
desahucios, robos e imposturas.
El tiempo es nuestro, suya la maza,
pero a cada golpe muestran sus fisuras.
Veo de que están hechas sus armas.
Amasijo resulto de cuerpos sin almas,
perdida memoria, muerta en la tortura
de un sistema que engorda y nos aplasta.

 Adolfo Lisabesky


martes, 20 de noviembre de 2012

Poeta, loco y bufón

Soy poeta por loco y por bufón,
mis poemas a veces locuras
y otras bufonadas.

Estoy loco para ser poeta y bufón,
mis locuras en mis bufonadas
y en mis poemas.

Soy bufón antes de loco y poeta,
mis locuras dan risa
y mis poemas se ríen.

¿Podría ser poeta sin ser bufón y loco?
¿Podría vivir mi locura
sin mi gorro de bufón
y sin la llave de mis poemas?
¿Serían mis bufonadas perfectas
sin la locura de mis poemas?

Adolfo Lisabesky
 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Adolfadas V

¿Qué tendrá la mano de los poderosos
que tanto nos excita su roce en el lomo?
Aaaa, sí, más y más hasta el fondo,
hasta notar su contento en sus rostros.

El otro día escuché a un poeta decir:
 "cada cuatro poemas descarto dos".
En esto también hay pobres y ricos,
yo desde luego no me lo puedo permitir.

La luna tiene poderes extraordinarios, fenomenales
su influencia es grandiosa, eterna.
Transforma a personas y animales en seres especiales
y eso sin hablar de lo bien que se ve en luna llena.

Una niña me preguntó: "Profesor ¿ las vacas
ponen huevos?" Y como  no quise pillarme los dedos,
tras dudar le dije: " Depende, niña,  de la granja,
eso sí las vacas lecheras, leche...bueno y pedos."

De niño en mi colegio los profesores nos decían:
"De tanto masturbaros no vais a crecer"
Mientras Federico, de metro y medio,sonreía
y padecía las bromas que eran menester.

La transparencia es una virtud de dudosa aceptación,
nadie quiere ver el doblez de nuestros intestinos
curiosear, explorar, recorrer nuestros caminos.
Es por eso que somos laberintos sin solución.

Antes, en navidad, se sentaba un pobre en la mesa,
sin educación y con un lenguaje propio de pobres.
Y así nacieron las ONG´s para que estas nobles
acciones no ensucien nuestras sobremesas.



Adolfo Lisabesky


Teorema Adolfo Lisabesky

"En conversaciones, tertulias
o reuniones, el riesgo que los Nazis
Hitler o Stalin aparezcan
es directamente proporcional
a la dureza, agresividad y enconamiento
de los participantes.
Siendo segura esta posibilidad
si la tertulia, conversación
o reunión rebasan los veinte minutos."

Demostrémoslo por inducción,
supongamos dos amigas, n igual a dos.
Y supongamos que hablan de maridos.
Una de ellas dirá que el suyo es resultón,
la otra dirá que el suyo y el de ella, un mamón.
Pronto una dirá que Antonio es un perdido
la otra dirá que su corazón esta herido,
y aunque el asunto parece del corazón,
pronto llegará al bazo y de ahí al riñón.
En las bajos submundos, sus queridos
son hombres como un hombre era Hitler
que imponía a Eva Braun su razón.

Supongamos cierto para n personas reunidas,
y aparece una, n más una,
y dice "Ya esta bien de políticas suicidas,
que la ley nos deje solas, casi desnudas
frágiles  quieren nuestras ideas perdidas
como Hitler que primero por lo judíos, ¿Lo dudas?
luego por los cristianos, abriendo las heridas.
Y por  último con nosotros", una idea tozuda.
Este teorema doy por zanjado
 como queda demostrado.

Adolfo Lisabesky



Filosofía del trabajo

Miraba a mi alrededor
y solo veía almas atormentadas
por el trabajo.
Nada era acogedor
todo una convulsión desatada
de arriba abajo.

Y me sentí culpable
de no atormentarme mi trabajo,
de instalarme en la risa.
Y pensé: “No seré rentable.
Debo anunciar mi fracaso
Y empezar mi prisa”

Sí, eso es, correré por pasillos
y me estancaré en las oficinas
con un gesto serio,
propuestas escritas en papel amarillo,
donde despierte de los rectos su envidia
serios y ordenados escritos.

Haré largos y farragosos memorándum,
restregaré mi rectitud a los compañeros
que como yo andan divertidos por el trabajo.
Seré único entre los humanum,
para mis jefes subiré verdaderos enteros,
y de mis compañeros un ejemplo sagrado.

Empezaré mañana, ya que hoy
desaté mi risa, con el juego,
y no puedo dar fin a su fin.
Después de la última risa diré: “Soy
un hombre recto casi nuevo
y mi trabajo me hará libre al fin”

Adolfo Lisabesky
 


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Huelga General (14/11/2012)

Los días pasan sin mejorar a los pasados,
hoy hombres nuevos pasaron por mi calle.
Los vi y me sumé a una procesión de parados,
estudiantes, trabajadores y extraños personajes.

Cuentan que al principio sujetaban rectos
dirigentes sindicales una pancarta que decía
"Nos dejan sin futuro", yo no la veía,
estaba atrás junto a  números inciertos.

Un futuro incierto y un presente muerto,
por eso cuando los vi gritar, cantar, bailar,
bajé y reconocí la vida, me creí contagiar,
y bailé y grité en mitad de un fugaz desconcierto.

Mi grito no es potente, no llega a susurro.
Pero unido a un millón de susurros
lo podrán oír, oír los cristales resquebrajarse,
como una fuente, un joven desangrarse.

¿A quien protegen las porras de los policías?
¡Que contundentes con los manifestantes!
¡Que dulces y suaves con los malos gobernantes!
Cobardes, ciegas, mal nacidas.

Hoy terminé el día algo
cansado, perdido, y no pagado.
Pero recién nacido, bien humorado,
y de algunas ilusiones contagiado.

Adolfo Lisabesky



El viejo y la niña

Un día, en el otoño de mi vida,
después de pasearme entre obras
y parques con palomas,
miraré a un niño o a una niña.
La veré alegre, divertida,
entonces sabré que he vivido.

Adolfo Lisabesky

sábado, 10 de noviembre de 2012

Las alas corruptas

Están mis alas mojadas,
el timido sol otoñal no las secará.
Doy torpes saltitos como un retoño
caido del nido, que pasará
sin volar todo el otoño.

Mis intentos de vuelo dan risa
vanos esfuerzos, torpes zancadas.
Rectos personajes secan mis esperanzas
“Los hombres no vuelan” me avisan.
Y me estiro, pero mis plumas, mojadas.

Ayer divise una cornisa,
será mi último intento
con mi último aliento
acariciare el viento
y arrancará mi risa.

Será una risa hermana
de tantas otras risas suicidas,
recuerdo al Quijote reír
y cabalgar contra los molinos.
Recuerdo a Cyrano reír
y luchar contra los compromisos.

Y al recordar en el cielo
mi estropicio en el suelo
serán mis versos sinceros.

Adolfo Lisabsky

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Silencios

Palabras que atropellan a otras palabras
y aparecen salvadores, los silencios
y se adueñan de todo. Entran en la plaza,
los arboles callan y los hombres, recios,
adustos, casi muertos, dejan su esperanza
en el silencio. ¡La palabra ha muerto!
¡Viva el silencio!

Agotados los sonidos de las últimas letras
en la ultima palabra, vivimos mudos
aunque no sordos, ya que escucho
tus murmurosos silencios, la espera
se hace eterna. Ya olvidé como sonaban
las palabras que hablaban de comprensión,
las palabras que curaban las heridas,
las palabras que alimentaban mi alma.
Si las pronunciaras, no las entendería.
He aprendido el tosco vocabulario
del silencio, no tiene vocales
sólo tiene rencores
no tiene consonantes
nada, sólo
silencio.

Adolfo Lisabesky



jueves, 1 de noviembre de 2012

Desatado

Le dicen al viento,
ya retiraste el polvo de las azoteas,
ya arrastraste del mar sus deshechos
y limpiaste del suelo las hojas secas.
Desiste, viento y no soples más,
quebrarás de los arboles sus ramas,
los puentes no aguantarán tu presencia
y los hombres no soportarán tus alaridos.

Y el viento no escucha,
no recuerda porque empezó
y no dará fin a su lucha.

Le dicen al sol,
Iluminaste a plantas y árboles
que nos dieron sus frutos,
calentaste a los animales,
ahuyentando al frío.
Pero vete ya, sol imprudente,
lo que antes era tierra fértil
ahora no es más que arena inerte.

Y el sol no escucha,
no recuerda porque empezó
y no dará fin a su lucha.

Le dicen a la lluvia,
distes de beber a animales y plantas
grandes cosechas por tu generosa mano
y tu agua limpió nuestro cielo.
Déjalo ya , lluvia insistente.
Tus aguas desbordaron los ríos,
hicieron de las ciudades pantanos
y en ellos naufragamos.

Y la lluvia no escucha,
no recuerda porque empezó
y no dará fin a su lucha.

Y yo que no soy ni sol, ni lluvia, ni viento,
ni siquiera roca para dar asiento,
que ni mojo, ni muevo, ni caliento,
tampoco se porque empecé
y ya desatado, no me ataré.

Adolfo Lisabesky






ESPAÑA

Ahora que políticos mediocres en Cataluña
han decidido administrar sus impuestos
ya que dicen que el resto trabajamos menos
y gastamos más, ahora los patriotas saludan,
ahora sienten  España mancillada,
ahora quieren gobernar en España
ahora pierden el oremus con ESPAÑA,
ahora las banderas, las pancartas,
ahora el odio, el rencor, la voz cansada.
Ahora, digo ahora porque hubo un tiempo
en el que esperaba su voz
por entonces andaba dormida
por entonces la patria era invadida
por entonces nos imponían recortes
por entonces gobernaban los de fuera
y digo entonces y digo ahora,
y digo ayer y digo hoy
y digo con tristeza mañana.
No oigo sus voces gritar contra el invasor,
el mismo tono, la misma desesperación,
no la oigo, solo alfombras rojas
para una invasión que a todos acongoja.

Recuerdo un día que nos decían
“Cerrad vuestros astilleros
en Europa los hay bien buenos”
Les hicimos caso y los cerramos.
“Cerrad vuestras minas,
Europa escribe con otras tintas”.
Les hicimos caso y las cerramos.
“Arrancad vuestras parras y olivos
En Europa buen aceite y buen vino”
Les hicimos caso y los arrancamos.
Y fabricas, vacas y campos
programadas para cerrar
y olvidaron que poner.
Y llegaron las subvenciones,
el dinero prestado
por todo lo quitado.


Ahora tenemos bonitos adosados,
parques inmensos como cementerios,
museos donde los cuadros se observan
sin ser observados.
Anchos polideportivos donde retumba
la voz de un niño sin presente ni futuro.
Hubo algo que olvidaron quitar,
nuestros hospitales, nuestros colegios,
nuestras ganas de ayudar y ser ayudados.
Ahora lo recuerdan, y nos piden el dinero
prestado. Los intereses son grandes
ya que saben que no tenemos
como devolverlo. No tenemos
fabricas, ni ganado, ni minas, ni astilleros,
ni pescado, ni olivos, lo saben
nos lo aconsejaron.
Y entonces con el dedo señalan a hospitales
“Hay demasiados”
a los colegios y universidades
“En demasiadas ciudades”
Y en esto andamos hipotecando el futuro
de ricos españoles con pocos euros.

Adolfo Lisabesky

domingo, 28 de octubre de 2012

Matemáticas en el aire

¿Conocen las abejas el valor de la apotema?
¿Saben las hojas  la importancia de la proporción áurea?
¿Intuye el guijarro que la gravedad es casi la decena?
¿Los pájaros reconocen la escala pitagórica?

No han asistido las abejas a clases de Geometría,
en cambio sus panales son exactos hexágonos.
Sin compás, sin calculadora con autentica maestría
hacen sus polígonos de seis lados, diáfanos.

Son las hojas respetuosas con sus compañeras,
reparten los rayos de sol de igual manera
y aunque no saben cuanto vale el número de oro
se alimentan y cooperan codo con codo.

Cae el guijarro humilde sobre la carretera
y antes fue piedra para un honda,
al caer, su vida fue su aceleración redonda
y   nada sabe de velocidades, solo de canteras

Es el sonido del pájaro ruiseñor
una caricia dulce, un primor,
y lo hace sin saber de octavas,
 ni corcheas, así sólo, a las bravas.

Adolfo Lisabesky


Las minas de Piñero

         Trabajaba o mejor estaba en nómina Marín, en las minas de Piñero en la Unión, con esto había cierta Güasa, ya que lo que se dice bajar a la mina, nuestro trovero, no lo hacía. Era más de acompañar fiestas y saraos, con guitarrista, trovero e incluso a veces bailarina. Un cuadro flamenco en la poca andaluza tierra cartagenera.

Este era un incordio, reproche y continua broma que tenía que soportar el bueno de Marín.

- ¿Que Marín, como ha ido la jornada?
- Marín, ¿Hoy que has sacao de la mina?

Marín armado de un trovo respondía:

- ¿Donde trabajas Marín?
En las minas de Piñero
-¿Y trabajas mucho allí?
Yo trabajo lo que quiero
 y nadie manda en mi.

Y cuestión zanjada.




Ángel Rodríguez

sábado, 27 de octubre de 2012

No estoy para los demonios

     Tenía mi abuelo una bodega en el Molinete cuando el Molinete era parte del paraíso. Contaba mi abuelo que cansado de trabajar en un molino, en la Murciana- Manchega Jumilla, tomó los bártulos y se vino a Cartagena. Fue el último de los hermanos en dejar  la laboriosa tierra jumillana, aunque  no  recuerdo con exactitud, pudiera ser en el año 1920. Con unos dineros ganados al molino, mi abuelo, consigue que su hermano, ya instalado en Cartagena, le busque un local. ¿Qué negocio puede montar un Jumillano fuera de Jumilla? Mi abuelo, puso una bodega.

      No sé si los dineros eran pocos o su hermano quiso avanzarle que fuera de Jumilla no se fiara ni de su padre, el caso es que le tomó un local en el barrio de putas de Cartagena, el Molinete (Hoy aburrido parque Arqueológico). En el puso una Bodega, " La Cueva" (Con un latiguillo que nos repetía a los nietos "Cueva, pero no de ladrones") Son muchas las historias que el abuelo Ángel nos contaba en aquellas mañanas de sábado, cuando comía en casa, (40 años llevando esa bodega le permitió conocer al género humano 1920-1960) quiero empezar por recordar a un personaje que pasaba muchas horas en "La cueva" se llamaba Marín y le decían "el trovero".

      Este es un Blog eminentemente poético y Marín es tal vez el mejor exponente del trovo cartagenero. Afincado en La Unión y en la nómina de algún explotador minero, pasaba sus jornadas laborales alegrando con sus trovos a jefes y compañeros. También tomando vinos y jugando a cartas en bares y bodegas del Molinete. Que mejor que un trovo para reconocer a este gran trovero, transmitido por mi abuelo, caracteriza su forma de ser y vivir. Tras muchas horas de parranda y diversión, su mujer lo mandaba buscar con mil excusas, él respondía con el siguiente trovo:

Si los demonios vinieran
y preguntaran por mi
diles que no estoy
 y que te lleven a ti.

De los muchos trovos que componía Marín, mi abuelo recordaba algunos y de estos, yo recuerdo unos pocos. Los escribiré ahora que todavía tengo memoria





Ángel Rodríguez

viernes, 26 de octubre de 2012

Autores (Noveles y consagrados)

No debiste advertirme
que te gustó aquel poema.
Ahora te miro y me crezco.
Te sobrevuelo como un autor 
de éxito. Me elevo, hago discursos,
todo para que en mi reconozcas
un autentico y soberano gilipollas.

Adolfo Lisabesky (más que nunca)

jueves, 25 de octubre de 2012

Besos.

Los hay de puntillas
y se llaman piquitos,
más pausados y tranquilos
son los besos de tornillo.

He visto comerse novios
con un beso o besos repetidos
y también con lágrimas
perderse en un beso,
mientras mascullan un adiós.
La lengua invitada especial
en casa ajena, quedarse a dormir
y los labios dejarse invadir.
El tiempo pararse
y el corazón acelerarse.

Besos robados que pronto
tiene el síndrome de Estocolmo
que hacen de su captor, prisionero.
Los besos, armamento pesado
que nacen de un labio enamorado
y elevan al alma hasta el cielo.

Adolfo Lisabesky

lunes, 22 de octubre de 2012

Adolfadas IV


El tiempo es Oro,
el espacio es plata
y la velocidad  bronce.

Tengo un apuro ficticio
con un amigo invisible.
Me abrazo al aire, es un inicio.

Mas que cruces
quiero luces.
Blancas, rojas y azules.

Me pierdo en la gran ciudad,
no entiendo la política de estado
aunque algo sé del ser humano.

El día menos pensado
abriré mis venas.
Observaré resignado
que tengo sangre y no estrellas.

El príncipe azul y la noche oscura.
Oh si el príncipe fuera oscuro
Y la noche de color azul
Otro cuento sería, al menos de otro color.

Últimamente mis relaciones con los jefes
no han sido buenas. Echo en falta
aquellos días en los que era leal y obediente.
Buen lacayo ¿Volverán a acariciar mi espalda?

Hay días que no debiera dejar la cama
Días que bien temprano me susurran:
 “Hoy no será un buen día,
sueña, duerme y que nada te ocurra”

No pinto nada, vivo en un rincón
de un arrinconado país.
Mis gritos suenan cómicos en Madrid,
muecas y gestos a la espalda de la nación.

Adolfo Lisabesky





sábado, 20 de octubre de 2012

La casa de todos

De tanto que trabajo,
me cansé.
Ayer dejé de trabajar,
hoy revisé los frutos de mi trabajo.

La casa ya muy crecida,
se caía por las ventanas.
En la cocina no cabía el fregadero
y en el váter sobraba el televisor.

La mesa, recuerdo tenía cuatro patas,
ahora no cuento más de tres
 por más que las cuento, las patas,
del derecho y del revés.

Del pasillo quería hacer rincones,
y ya no hay pasillo...ni rincones.
Piqué con tanto brío, acabé con habitaciones,
sillones, colchones y algunos leones.

Quería hacer una casa acogedora,
Para unos y otros la entrada abierta,
ser anfitriona y no poseedora,
olvidé dejar un hueco para la puerta.

De tanto que trabajo, no recuerdo
¿Qué cosas pretendía hacer?


Ángel Rodríguez Fernández



A menudo, te recuerdo

Eres tú mi sonrisa
de los días aciagos,
de las noches sin prisa.
En los momentos amargos

Eres tú mi esperanza,
cuando empiezan mis dudas,
cuando la lucha me cansa.
Mi compañera más tozuda.

Eres tu mi propia vida,
porque de la tuya nace la mía,
porque vivo en tu retina.
Mi vida por ti renacida.

Mi sonrisa, mi esperanza, mi vida.
Batallones de soldados,
empuñando largas alegrías,
de besos y abrazos armados.

Adolfo Lisabesky

miércoles, 17 de octubre de 2012

Cabaret

Mujeres medio desnudas,
hombres vestidos de mujer.
Espectáculos del mismo diablo,
eventos donde dejarse perder.

Cervezas, ginebras, alcoholes.
Humo, risas y alterne.
Ruido sin prisa donde quererte.
Perezas, tinieblas, faroles.

Fiesta decadente,
musical poco decente,
bebidas efervescentes,
amistades infrecuentes.

Oportunidad de hacer del drama
una desordenada comedia.
Despedirse en la puerta del camarada
y encontrar el calor del amigo.

Adolfo Lisabesky

viernes, 12 de octubre de 2012

Autobiografía


En Cartagena, ciudad que dicen milenaria
pero de la que sólo puedo dar testimonio
los últimos cuarenta años, me nacieron.
En un barrio donde las plazas no se hicieron
para jugar y en cambio allí jugué mi infancia.
Fiestas en sillas de alquiler, días de insomnio
y maravillas que sólo recuerdan los locos.
Al poco me encontré entre avenidas que no llevaban
a ninguna parte. Colegio y un patio con canastas
donde ocupaba las tardes de invierno.
De repente la primavera, entre amores, enajenado.
En la Universidad encontré ciencias demasiado exactas,
camaradas y amigas que ocupaban mis paraísos.
Perdí los paraísos a la vez que  a mi Madre.
Huérfano y vagabundo en aulas cada vez mas lejanas,
mis ideales, antaño utópicos, ahora irrealizables.
Ya se que me quedaré en medio del camino
y es por eso que no dejo de caminar.
Compañera, hijo y eso que llaman familia,
en un rincón que encontré sin buscar,
donde el sol ilumina sin cegar, donde el mar
se parece al mar de mis recuerdos
y donde se, no me encontrará la soledad.
Fue entonces cuando perdí mi identidad,
antes medio huérfano ahora huérfano del todo,
con mi Padre se fueron los alegres días de un niño.
Así, a medio cumplir mis obligaciones con los demás,
con el alma abierta, el espíritu dispuesto
y el cuerpo a merced de un hígado descompuesto,
trato de hacer buenos los días, atrapar mis malos humores
rectificar mis errores y  eternizar mis dudas.
Quisiera morir a tono con mi vida,
aprovechar los instantes, incluso los últimos
y enseñar a mi hijo los soleados caminos
que le llevarán junto a sus camaradas
a conseguir sus más añoradas utopías.


Adolfo Lisabesky



martes, 9 de octubre de 2012

Adolfadas III

Tiene la locura, mi locura,
aroma a júbilo, retiro querido.
Lejos de la humana cordura.

“Perro ladrador poco mordedor”
“Dime de que presumes
y te diré de que careces.”
Pero tu discurso es tan enternecedor.

Ideas fijas, agarradas a tu sien,
Me impiden entenderte
saber de ti, conocerte.
Como faros deslumbran al visitante.

Llevo mi vida entera entretenido
entre fútbol y toros.
Y a pesar de los balonazos
y de las dolorosas cornadas,
me resisto a retirarme del televisor.

Ayer me oí en las palabras de una niña,
por entonces no era yo el maestro,
por entonces descubría al mundo
las injusticias que solo ve una niña.

Cuando te veo delante de un tanque,
impidiendo su paso homicida,
cuando dejando en la orilla tu vida,
saltas al agua para hacer de otra vida la tuya,
cuando olvidas tu futuro
y haces del presente un lugar habitable,
se que tú, sólo tú, eres la sal de la tierra.

No y mil veces no.
No, hasta hartarme de su sonido.
¡No! Un rotundo, no.
Ahora sólo me queda
esperar la pregunta.

Mi patria es una pequeña
casa de un barrio a las afueras.
Abandoné mi casa y mi barrio
aunque no cambié de patria.

Adolfo Lisabesky


lunes, 8 de octubre de 2012

Recomendaciones para un recien enamorado

Amigo, recién enamorado, son estos días,
los tuyos, caminos minados.
Para no hacer de tu estado
un amasijo de sangre y heridas,
unos consejos he recopilado.

"...Limpie cuidadosamente las superficies
a pegar, ya que la presencia de polvo,
agua o grasa reducirá el poder del  adhesivo
o peor aún, impedirá directamente el pegado

Si puede, utilice algún tipo de elemento 
para mantener las superficies unidas
hasta que el pegamento seque por completo,
por ejemplo una pesa, varios libros o un jarrón

Coloque la cantidad necesaria
que se recomienda, 
el exceso de pegamento 
no significa mayor adherencia.

Alejarlos del alcance de lo niños...."


De "Rastros de poesía en los tubos de Supergen"  Adolfo Lisabesky 2013





sábado, 6 de octubre de 2012

Adolfadas II

Cuando por el uso abusivo del cilicio,
este deja de hacerme daño
¿Es ético donarlo a una ONG
para su práctica entre los mas necesitados?

Hoy me equivoqué y sonreí francamente
a mi enemigo, este, aturdido, me devolvió
la sonrisa. Mañana pienso volver a equivocarme.

Todos los días salgo de casa
dispuesto a comerme el mundo,
luego a lo sumo y con suerte
desayuno media tostada.

“Cuando pierde los estribos
no conoce ni a su padre”
Al apretarlos vuelve a su ser, equino
y galopa a golpe de espuela.

A veces uno se hastía
y maldice los movimientos
de la tierra, el de rotación
y sobre todo el de translación.

¿Cuantas veces se puede decir,
No, sin dejar de ser un amigo?
Y ¿Cuantas veces se puede decir,
Sí, para no dañar a un amigo?

¿Cual será nuestra banda sonora?
¿Que música acompaña nuestros
actos? Ya sólo espero que la fúnebre
marcha de mi entierro sea una rumba.

Adolfo Lisabesky

jueves, 4 de octubre de 2012

Adolfadas

Ríe mejor el ultimo que ríe
¿Habrá una última risa?

Al llegar a una cola se pregunta:
¿Quien es el último?
Ya que saber quien es el primero
es sólo morbosa curiosidad.

¡Era un bendito!,
Oí decir en un entierro.
Cuando muera quiero que digan
¡Era un maldito venido a menos!

Mis padres me decían:
En la posguerra nos comíamos
hasta las piedras.
¿Habrá piedras para comer
en la poscrisis?

Al llegar nuevo a un sitio pienso
todos estos son muy raros.
Con el tiempo y al irme, oigo susurrar
“Que tío más raro”

Siempre que salgo de casa,
tengo la impresión de haberme dejado
abierto el gas y cuando vuelvo
observo que mi calentador es eléctrico.
El gas Butano ha hecho de mi un ser melindroso

“Caminante no hay camino”
En mi hubo un antes y un después
de este verso, los caminos
dejaron de ser algo físico
para ser puramente fisiológico.

“No por mucho madrugar
amanece más temprano.”
“El que madruga Dios le ayuda.”
Mañana tengo clase a las 8:15

No hay buenos finales
sino finales inconclusos,
puertas semiabiertas
y no estruendosos portazos.

Adolfo Lisabesky


viernes, 28 de septiembre de 2012

Sentidos


Quisiera dar sentido
a mis sentidos.

Hacer de mis ojos
bolas de cristal,
en las retinas adivinar
deseos, senderos y recodos.

Que el gusto
sea en mi lengua
a la vez que en la tuya,
un paisaje común.

De lo que mis oídos
escuchan, diferenciar los sonidos
de sus ecos, apartar los ruidos,
y así dar tus mensajes por recibidos.

Notar en tu piel
el sentido de mi tacto.
Descubrir las texturas
en las curvas de tus senos

En una sola inspiración
atrapar el triste olor del otoño
la alegre flor de la primavera
y todo el mar del verano.

Hoy quise dar sentido
 a mis sentidos

Adolfo Lisabesky

 






domingo, 23 de septiembre de 2012

A todas las Religiones

¿Quién fue el primer muerto
por ofender a un Dios?
¿Quién a manos de un hermano
agotó sus miserias en la tierra
al no someterse a protocolos religiosos?
Decidme hermanos creyentes:
¿Castiga vuestro Dios con la pena capital
las ofensas que le hacemos?
¿Quién es su mano ejecutora?
¿Cuántos han de morir
para que el mismo Dios
se reconozca por no ofendido?
¿Pueden ser mis propios versos
semilla del mal, argumento de la ofensa?
Sólo tengo preguntas y por cada una
siete preguntas más de las que tampoco
tengo respuestas.

Adolfo Lisabesky 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Canción del torpe enamorado

Ay corazón,
¿Donde está el mío?
Corazón.

Me sobran los cinco dedos
cuando tu cuerpo se cubre de espinas
y mis manos, torpes manos, las esquivan.

Cuelga mi voz de un débil hilo
del que pende todo un universo
en el, tú, yo y nuestro destino.

Son tus caderas mas firmes
en ellas confío y en nada más,
ni el día y la noche me dan seguridad.

Ay corazón,
¿Donde está el mío?
Corazón.

Al llegar la noche invernal
está todo dispuesto, nuestro leño,
nuestra cena y nuestro empeño.

Y ese el calor que tú me das
evita que muera helado de pavor
por mi inhumana condición.

El invierno se transforma
en una calurosa estación
en un rincón de la habitación.

Ay corazón,
¿Donde está el mío?
Corazón.

Son nuestros días, caminos
cuya derrota nos lleva a la misma plaza
donde una fuente refresca nuestra cara.

Y la vida alrededor, niños
camino de la escuela, hombres con prisa
y viejos cuya prisa murió de pura risa.

Nosotros en la fuente,
sentados, invisibles
olvidamos juntos lo previsible.

Adolfo Lisabesky


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