En paz. La paz.
En paz. ¡Solo en paz!
¿De donde dedujiste, jefe,
la verdad?
¿Por que te adueñaste
de la paz?
En sueños una risotada
me tumba la razón;
se la quisieran quedar.
Jefe, ¿por qué me empujaste
allá? Gimiendo por saber mas,
un soldadito se encierra
sisa a Alberti este momento
¡Ay que blanca mi enseña era;
siempre la desplegaba al viento
Adolfo Lisabesky
(Con permiso de Rafael Alberti)
(Con permiso de Rafael Alberti)