Deja que mire en mi bolsillo,
a ver
una lista de cosas por comprar,
otra de cosas por hacer,
y entre cosa y cosa,
la vida en pelusas.
El gallinero picotea los asientos
y descubren en su interior,
poemas de tímidos poetas.
El gerente promete un poemario,
y el aforo responde con una palmada sorda.
Mis amigos se cuentan a cientos,
en los dedos de múltiples muñones,
no es para menos,
y a ser verdad,
ni para mas.
Encontré entre los olvidados
objetos de un bolsillo agujereado,
unos versos que escribí hace mas
de dos vidas.
Dice así:
"Cuando caiga la noche
y las dentelladas de lo que no pude hacer,
caigan dramáticamente sobre mi,
sálvame y dime que en el amor
di todo lo que un loco puede dar"
Adolfo Lisabesky
Adolfo Lisabesky
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