lunes, 28 de abril de 2014

Sin nombre

¿Y qué más da?
Si miro y sólo veo carreteras sin destino
Si oigo y sólo el canto del silencio en mi pecho
Si toco y sólo la piel decantada sobre mi cuerpo.
Si miro y sólo  estatuas de sal sobre una hoguera
                             yerta.

Y grito como el español Leonfelipista
y lloro como Boabdil, a los pies de la Alhambra.
¿Y qué voy hacer si hoy tocaba llanto y grito?
Ayer, León Felipe vio morir una niña tras una ventana,
desde mi ventana mueren días todos los días.

Hoy me he levantado
con la zurda pata de palo,
que algo me ocurra
aunque sea malo.

Adolfo Lisabesky








domingo, 27 de abril de 2014

Acariciar pomos de puertas cerradas

“Aplazar los sueños sale caro, muy caro”
Me dijo el pirata guiñando su ojo tuerto.
Hablé de realidades ineludibles, seres exactos.
Enfadado golpeó su pata de palo
sobre mis verdades cotidianas, mis matemáticas
irrefutables, Meneó su garfio al borde de mis ojos:
“¿A qué has venido? ¿A vivir mis días,
a morir mis muertes?

Y corrí tanto como pude,
tanto como se puede correr mirando hacia atrás,
como imagino hizo la esposa de Lot.
Pero no soy estatua de sal,
ni siquiera un busto salino,
¡Ya no se hacen bustos! Ni estatuas ecuestres,
hoy los caballos suben a lomos de los caballeros.

Pude escapar del irritado bucanero,
De esa estrafalaria imagen de la vida vivida.
¿Cómo atender los consejos de esa figura desahuciada?
Conservo mis dos piernas,
aunque no tengo ganas de andar
Conservo mis dos ojos,
aunque por la ventana siempre el mismo horizonte.
Conservo mis manos
que siguen acariciando los pomos de puertas cerradas.

Adolfo Lisabesky




miércoles, 23 de abril de 2014

La barca

Pongámonos de acuerdo, sí, es hora del acuerdo
pero bajo unas premisas, inevitables premisas.

No le quitemos días a la primavera, no,
 a la primavera no.
Dejemos de zarandear
¡Qué comience el momento del abrazo!
¿Recuerdas cómo se hacía?
                                   pues ayúdame a recordar.
¿Quieres que votemos?
                        Pues botemos de pura alegría
En uno de estos saltos la luna será mía,
para ti el sol y las estrellas ¿Te gusta el reparto?
Botemos a mano alzada
                                  y de puntillas.

Déjame ahora, en pleno vuelo, que te diga
que desconfío de mi
                           y a veces también de ti
por eso todo este asunto de las premisas.

Sigamos con ellas. Yo me encargo de apuntar.
A ver ¿Qué vendrá bien para el camino?
Pocas alforjas y un proyecto a medida.
Para el proyecto ¿Te parece bien una barca?
¡Pues rememos y que nadie se duerma!
Hay que estar alerta.

La barca que sea amplia y  largos los remos.
Al vernos felices bogar ¿Quién no querrá subir?
¡Todos a remar, tenemos sitio de más!
¿Quién querrá entonces el frío mar?
¿Quién dirá que la barca es una cárcel nada más?
 ¡A remar! ¡A remar!

Sí alguien en un descuido,
- el salvaje estallido de la juventud -
callera al mar.
¿Debe su cuerpo vagar,
ser una lumbre, una señal
para la indisciplina contumaz?
Recojémoslo y en paz.

Que todos remen a virtud,
que no haya marineros en tierra,
ya que estamos en la mar, la alta mar.

Cuando veamos el final
cuando el viaje esté a punto de finalizar
pasemos la mano por encima de sus cabezas
pasemos la mano por debajo de nuestras rarezas.
Y que bajen los marineros graduados
Y suban grumetes imberbes y novatos.

Sí bajan y en una ultima mirada a la barca
la miran como si en ella hubieran engañado a los vientos
Nosotros sabremos que hubo un día en el que la barca
navegó por sus remos.

Adolfo Lisabesky 






lunes, 21 de abril de 2014

Propinas y limosnas

Era mi abuelo bodeguero con caracter,
un día arrojó la propina del mostrador,
a los piés del "Chipé " de mitos, demoledor,
Era el chipé maestro de la navaja,
asesino a sueldo, proxeneta errante.

Tenía el abuelo los ojos azul de mañana,
como es el azul de la mancha jumillana.
Cabía en su mirada la ruta del vino
de un camión desvencijado
                                  y un caballo herido.


Nunca he arrojado propinas
a la cara de clientes malencarados
tampoco he gateado por el suelo
buscando las limosnas del banquero.

Mis ojos no repiten el azul del cielo
ni el verde de las vides jumillanas
es un pardo color mestizo
de mares y verdes tierras africanas.

 Adolfo Lisabesky



sábado, 19 de abril de 2014

Silencio, habla el mar

No me creo cuando doy consejos
y menos cuando te pido que no los sigas.
No me fio de los que prevén la vida.
Hagamos una cosa, cuando me vista
de poeta, pon la música alta, muy alta.
Déjame que te aconseje una sintonía
-¿ves? con escribir no me basta-
Ponte esos sonidos de mar que alguien grabó
y que ahora se venden
                                en los grandes almacenes.
O mejor, escapa cerca del mar.
Escucha el rumor de las olas,
¿Las oyes?
            Te repiten
                           Vive
                                   vive
                                            vive.
Vive ahora y sobrevive pasado mañana.
Aplaza las seguridades.
Tenemos todo el tiempo del mundo
para el parque
                     y las palomas.

Pero ahora es cuando hay que vivir.
Es la hora de volar,
ahora que nuestras alas
aunque húmedas, aun no están mojadas.

Adolfo Lisabesky


viernes, 18 de abril de 2014

Crónica Imperfecta

Ruedan los alguaciles
arrollados por sexagenarias estrategas.
Dos guardias civiles
abandonan sus tricornios en las carreteras,
Dos guerras civiles
se anuncian en los telediarios.
Mueren, en castrenses desfiles,
cristos en todas las procesiones.
Violentas criadas serviles
arrancan el polvo de los armarios.

En casa, humildes alcauciles
añoran la vida en el estuario.

Adolfo Lisabesky 




martes, 15 de abril de 2014

Retales

No puedo ver una caja
sin subirme encima,
hablo de la luna, del sol
                                    de España

Yo que no he estado en la luna,
que del sol sólo sé que es azul,
y que España sólo existe en mi imaginación.


Ya, ya sé lo que soy.
Soy un traductor
de una lengua poco conocida
a otra totalmente desconocida.

Un mal traductor.
Pondré un ejemplo,
quisiera traducir:
" El mar es azul"
Y digo:
" La tormenta acecha"
¿ Quién interpretará mis traducciones?
Dirán que no merece la pena
que esa lengua nació muerta.

Al menos un sencillo entierro
unas letras en una piedra,

                                     pocas:
" Aquí yacen las traducciones
de un mal traductor
que no llegó a poeta"


Debajo de cada capa
                                en cada etapa

enterrados por inútiles realidades,
en el centro de todas las vanalidades
en el lugar exacto, donde nunca miramos.
Cuando desnudos, habla nuestra alma.

Allí y sólo allí, nos encontraremos.


Adolfo Lisabesky 




 

sábado, 12 de abril de 2014

Elevador

Hoy quiero hacer un poema de la nada,
guardar la ropa, un puro artificio poético.
Tendré que prevenirme
y no hablar de ti, ni de mi,
ni de nosotros.

He mirado de reojo por la ventana,
creo que el tiempo será una buen pretexto.

Llamaré a este poema “Elevador”,
en homenaje a esas naderías de ascensor.

Hace tiempo que empezó la primavera
pero en cambio hoy el sol se hace de rogar.
-Voy bien, sinuoso, gastando palabras y versos-
En la televisión lo mismo de siempre,
canción de la misma nada.
Buena banda sonora para este poema.

A estas alturas ya no recuerdo
si quería hacer un poema
o un parte meteorológico.
Ah sí, lo he olvidado todo.
No he tenido que mostrar mi alma destrozada,
ni hablar de estos dolores que me hacen gritar
tu nombre.

En ese Barrio donde el alcalde
quiere renombrar las calles,
tendré la mía
                  sin mostrar mis genitales.
Me saldrá barata,
ya que sólo haré
                       tristes partes meteorológicos

Adolfo Lisabesky





miércoles, 9 de abril de 2014

Sueños

Hay días
en los que debiera evadirme
                                          de los sueños
Encontrar en la realidad
el agua fría
                  el instante inerme
                  el sofoco hiriente.

Para luego regresar
                              al cálido sueño.
¿Nunca se han sumergido
en un Baño árabe?
Aguas y mas aguas, templadas
                                               calientes y frías
Muy frías.

¿Y no es esa cadena de sueños y vida
lo mismo?

Relajo del cuerpo, uno,
relajo del alma, otro.

Acaso una sobredosis de realidad
pudiera hacer de nosotros lo posible,
¡Qué tremenda expresión "lo posible"!

Y vivir en el sueño
hacer de la vida
                         onírica experiencia
¿No convierte los sueños en utopías
y las utopías en pesadillas?

Ayer soñé
                y al dormir desperté.

Adolfo Lisabesky





                                                        

sábado, 5 de abril de 2014

Esperpento

No se respirar sin hacerme daño,
no se vivir sin empezar a morir.

No consigo caminar en linea recta,
sigo la senda sinuosa del borracho,
la torpe trayectoria de un neonato,
para acabar tendido en la acera.

Y allí, tumbado a la espera
                                        de una mano amiga
me descubro vacío,
                              irremediablemente tonto.
Adicto a la desmesura, excepto en el saber,
pataleo, hago irrisorias muecas.
¿Y todo para qué?
Para que en la ciudad
                                   alguien llore mis fracasos.


No sé respirar sin hacerme daño,
no se vivir sin empezar a morir.


Adolfo Lisabesky







jueves, 3 de abril de 2014

España deconstruida

¡Yo, yo soy el Andaluz vago!
en un bar, estos versos deshago.

¡Yo, yo soy el Catalán rata!
por dinero la independencia desata

¡Yo, yo soy el Murciano ladrón!
que el queso roe como un ratón

¡Yo, yo soy el chulo Madrileño!
 te miro por encima de estos versos.

¡Yo, yo soy el señorito Cántabro!
con corbata paseo por el sardinero

¡Yo, yo soy el Gallego sigiloso!
 ni yo sé, si subo, bajo o reposo

¡Yo, yo soy el Vasco terrorista!
no hay quien de mi RH se resista.

Y el valenciano corrupto,
el Extremeño pedigüeño
el Aragonés, maño bruto,
Asturiano tiznado minero.

También soy el Canario huevón
el Balear alemán, el Machego tostón,
el Leonés adusto, serio y  ramplón.

Y el moro Melillense o Ceutí.

 Y tú ¿Tú quién eres?

Adolfo Lisabesky
(Basado en la tortilla deconstruida, de Ferrán Adria)





martes, 1 de abril de 2014

¿Y qué más da?

Plantar un poema,
dejarlo crecer en ti, en mi, en ella.

Que de sombra fresca en verano,
que sea como la brisa leve del estío,
que se enrede al alma,
que suavice el olvido.

Tendrían sus versos que dar frutos,
tal vez despertar la lírica dormida
de un niño, del abuelo, del mundo.
Venda, pomada y ungüento para las heridas

Renacer, primavera tras primavera,
parecer que muere en otoño,
con el frío invierno renovada sementera.

Claro, pudrirse, formar argamasa poética,
humus generoso, rico estiércol
que no sabe de vida, ni de poesía.

 Adolfo Lisabesky





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