lunes, 29 de septiembre de 2014

Luces, cielos y voces

En la última luz
me iluminé en tu cielo.
En el último cielo
me reconocí en tu voz.
Y en tu última voz
me descubrí desnudo.

Adolfo Lisabesky


viernes, 19 de septiembre de 2014

Llantos

Que mal soporto el llanto,
esa expresión copiosa
a medio camino del desamparo
                               y la derrota.

Y lloran los soberbios
cuando en un suspiro
observan su orgullo herido


Y lloran las soledades,
en el desierto tumultuoso
de las ciudades.

Y lloran los enamorados
racimos de flores
negras, del negro del desamor.

Y lloran los estudiantes,
que tras una mirada a unos paneles rotos
se descubren desnudos, sin viña ni hogar.

Y llora el pobre
porque no tiene pan,
a poco le sabe la risa del rico.

Y lloran los niños
cuando el dolor
los retira de los juegos infantiles.

Y yo lloro y muero
 en un llanto solidario.

Adolfo lisabesky








sábado, 13 de septiembre de 2014

Patrias

Quisiera escribir como un niño,
que al leerme bajo una otoñal
puesta de sol, dijera:
"¡Qué cosas la niñez!"
A veces lo consigo,
a veces cuando escribo
leo los ingenuos gritos
de un niño herido.

Distorsionados, confusos,
impresionados, delirantes,
emocionados, difusos.

Me repongo y de repente
cumplo mil años,
ya no piso la hierba,
ni volteo una peonza.
Camino sesudamente, arrastro mi pasado
soporto mi presente y piso mi futuro.

Me hará falta escribir como un niño,
pensar las cosas que piensa un niño,
mirar por los ojos sorprendidos de un niño,
y sobre todo jugar, jugar como juegan los niños,
como si no hubiera un mañana.

Para no desentonar,
a pesar de mis canas,
de mis serios propósitos,
de mis falsas pinturas de payaso,
me pondré de vuelta el alma infantil,
espero que mi insoportable madurez
                                    no la descosa.

Adolfo Lisabesky



viernes, 5 de septiembre de 2014

Tercera viñeta

Y aparece el miedo, 
a la vida que espera que mates
a la muerte que espera tu vida.
Nada alivia el aliento frio de la muerte




Poemar por poemar

El negro balanceado en Missisipi
incomprendía las premisas del Ku Kux Klan,
sólo escuchaba a los carroñeros picotear sus ojos,
solo el leve suelo despegado de sus pies.

Olfateaba el gas letal el Judío
sin tener claro que su inmolación
fuera una final solución,
sólo la espectral visión
de los famélicos cuerpos desnudos
sólo la muerte como compañera
en los trenes saturados de vida

Muere un niño en Gaza,
desconoce porque es preso
de una macabra aritmética.
Sólo ruinas sobre su ruinosa escuela

Y yo muero en cada tertulia
me sorprendo haciendo literatura
de muerte.
Tozudo fanático de la inútil dialéctica.

Adolfo Lisabesky



miércoles, 3 de septiembre de 2014

Segunda viñeta

Los colegios no detienen las balas,
los mercados son sus cunas improvisadas,
los barrios donde habitan los inocentes
convertidos en residencia de la muerte






Primera viñeta

De repente el sonido de una  trompeta
el regimiento que la escucha
dejan el silencio de su ducha
por los gritos de un sargento esteta.





martes, 2 de septiembre de 2014

La circustancia de la poesía

Uno, puede escribir poesía,
aunque no disponga
de cuartilla, hoja, papel,
lápiz, bolígrafo o estilográfica.

Uno, puede escribir poesía,
aunque no disponga,
de alguno de los artilugios
de la era digital,
tablet, ordenador, smartphone.

Uno, puede escribir poesía
                                  en una nube.

Dibujar versos en la comisura
de la boca amada.

Incluso hacer poesía circense
en la cuerda floja,
mientras la vida sopla bocanadas
                           de realidad.

En cambio, uno no puede hacer poesía
si encierra en un baúl oxidado
los siete disfraces de carnaval.

Adolfo Lisabesky




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