miércoles, 29 de febrero de 2012

Recuerdos adolescentes (Machado en la memoria)

Por las paredes pintadas
de propuestas estéticas,
en las mesas, las éticas,
al fondo una vieja pizarra.

Una pizarra electrónica
anuncia la modernidad,
a veces la electricidad
caprichosa, nada armónica.

La tiza campa a sus anchas
por suelos, pupitres, ventanales.
Ratones en batallas campales
cuando el gato no espanta.

El grupo vuelve a repetir,
aunque el profesor grite "¡No!"
«cien a veces ciento, cien mil;
diez a veces mil, un millón»

Una mañana larga y fría
de invierno. Los colegiales
ven pasar el duro día
suspirando por los días estivales.


Adolfo Lisabesky

sábado, 25 de febrero de 2012

Espirales

Perderse en la profundidad de un bosque,
entre ramas, hojas, piedras e insectos
olvidarlo todo, a la vuelta encontrar desiertos
los valles donde dormían los alcornoques.

Caer rodando eternamente en espiral
y en cada giro un nuevo círculo
sin cerrar. Curvas creando vínculos
geométricos de incierto final.

Docenas de fantasmas forman coros
de gatos aullando sus penosas quejas
despiertan las conciencias enfermas.

Y yo escuchando sin saber que hacer,
enjarretado, a la espera de soluciones
que no llegan, que están al caer.

Adolfo Lisabesky

jueves, 23 de febrero de 2012

Hago mal?

Soy profesor de matemáticas
pero no quiero matemáticos sin alma
sino ciudadanos atentos con calma
en su alma e ideas románticas.

Señor Inspector ¿Hago mal?

Algún número de aquí o de allá
alguna relación razonable y razonada
y muchas propuestas ilustradas,
caminos, muchos caminos y esperanzas.

Señor Inspector ¿Hago mal?

Del levante me llegan los ecos
de alumnos enfadados, alumnos
que han dejados de ser rectos
chaveas a ser ciudadanos curvos.

Señor Inspector ¿Hacen mal?

Profesores de matemáticas, de Biología,
de lenguas vivas y de lenguas muertas
de dibujo, químicas y Filosofía.
¿Por qué soliviantáis a los pobres chaveas?

Señor Inspector ¿Hacemos mal?

Niños quieren niños para contarles cuentos,
decirles por ejemplo: Si sois buenos
tendréis trabajo y pan de centeno.
Serenos, dóciles, mansos...muertos.



Adolfo Lisabesky

miércoles, 22 de febrero de 2012

Ropas para un poema

Al empezar un poema olvida a difuntos
y no recuerdes a los vivos.
Desvistete de propósitos altivos,
haz una pira de pensamientos profundos.

Deja que tu alma tirite en soledad,
espera hasta que afloren las verdades.
El sonido del silencio se hará realidad,
en lugar de las grandes banalidades.

Viste al poema de forma humilde,
nada de ropajes molestos y abundantes.
El viaje es largo y los versos tristes
son una rémora poco estimulante.

Predispuesta el alma, apartados los lastres
la senda es suya y tú...¡Ah! Su invitado.
Como tal compórtate, respeta sus lares
y deja que el poema conforme su estado.




Adolfo Lisabesky

sábado, 18 de febrero de 2012

Acepciones del amor

¡Ah el amor! El amor entre las patas
de un pupitre. Sueños adolescentes.
¡Ah el amor! El amor de miradas
encontradas, frutos concupiscentes.
¡Ah el amor! El amor sin remedio,
la química. Decisiones trascendentes.
¡Ah el amor! El amor puesto precio.
Entre unas faldas poco decentes.
¡Ah el amor! El amor bajo aprecio,
cariño, cuidados, sexo intermitente.


Adolfo Lisabesky

jueves, 16 de febrero de 2012

Lobos, corderos y hombres.

Los hay que se creen lobos
y como lobos actúan. Hacen
de sus hermanos, corderos,
cuando el hambre aprieta, sólos
o en jauría cazan y se meriendan
a los corderos y los ves gordos,
lustrosos, afilados los dientes
y negra su alma. Pendientes
nos tienen a todos de sus próximas
dentelladas. Quieren dar miedo
y lo consiguen entre los quietos
corderos, dóciles casi muertos.

Los hay que se creen corderos
y como corderos actúan. Mansos,
quietos, muy quietos. Remeros
de canoas varadas, esperan evitar
el trágico final. Final certero
el de su cuello entre las fauces
del lobo. Pastan con esmero
para que el festín del lobo
sea abundante y placentero.

¿Y ser hombre? Decir al lobo
“Tus dientes no devorarán hombre
alguno” Y llamar por su nombre
al cordero, recordarle que hubo
un día que también fueron hombres
y miraban al lobo y le decían
“Tus dientes no devorarán hombre
alguno”. Y decirle al lobo
“Tu que fuiestes hombre
no seas lobo para el hombre”
Y recordar juntos al poeta:(1)
Tuya es la Tierra y cuanto en ella hay,
Y más aún, Serás un hombre, hijo mío!


Adolfo Lisabesky

(1) Del Poema If de Richard Kipling

martes, 14 de febrero de 2012

Hoy no te quiero. No en San valentín.

Hoy tus ojos provistos de ese azul
claro tan verde otoñal, no brillan.
Hoy tus ideas que rayan la luz
por su claridad, para mi hoy, tiritan.

Hoy de tus manos la suave caricia
se vuelve áspera, antigua, recelosa.
Hoy tu espalda no dibuja sigilosa,
la curva donde mis dedos se deslizan

¡Ah Mañana! Cuando el papel
donde envuelven las plásticas Flores
esté alojado en los contenedores.
Entonces sí, nos volveremos a querer.

Adolfo Lisabesky




lunes, 13 de febrero de 2012

¿De que muere Marylin?

Cada cierto tiempo muere Marylin.
Enferma de soledad mal curada,
es querida, seguida e idolatrada.
Esmerado amor sin principio ni fin.

Actrices, cantantes todas Marylin.
Buscan en unos brazos personales
lo que la multitud les da a raudales.
Le llaman “El Síndrome Marylin”.

¡Investigadores y Médicos!
Poned fin a esta sangría artística,
hasta entonces todos histéricos.

Aislar al Gen y evitar de ellas su fin,
de todas las enfermas que año
tras año sufren “El Síndrome Marylin”.


Adolfo Lisabesky

domingo, 12 de febrero de 2012

Besos y versos

Versos y besos, de boca
en boca van. Tal para cual.
De unos el sabor, otros
calor, resultado igual.

¿Se podrá cantar y besar?
Dar un beso en el verso,
declamar amor sincero.
Prender versos en los besos.

Acuñar monedas reales.
En una cara un verso
y al girar la moneda,
un  beso en el reverso.

Compraré así tus besos
y  leerás mis pobres versos.
Nuestros labios frescos,
nuestro espíritu presto.


Adolfo Lisabesky

viernes, 10 de febrero de 2012

Mansos demasiado mansos.

Érase una vez en un país muy cercano
vivían mansos, muchos mansos.
Los días, pasto fresco y cercado,
las noches, sueño, sexo y descanso.
Pocos lobos y el pastor sensato.
Lluvias y rocío hacían fresco al pasto.
De vez en cuando el lobo devoraba
un ternero. Pero alguna generosa vaca
otro generaba. Dominaba el pastor
sin abusar  y sólo una vez por semana
algún ternerillo adornaba sus viandas.
Tan monótona vida hacía de los mansos
muy mansos. Cuando había un sacrificio,
la manada miraba hacia otro lado
pensando: entre tantos no haré estropicios
y no seré yo el que abandone el cercado.
Esto pensaba el manso recto y recatado.

Pasaron los años de vidas mansas,
y llegaron los tiempos de sequía y de hambre.
Los lobos bajaron de la montaña en manadas
buscando en el cercado algún que otro fiambre.
También el pastor buscaba en su rebaño
lo que no encontraba en el pueblo como antaño.
Ahora los mansos recatados a pares descuartizados.
Cuando no era el lobo era el amo.
Y en unas semanas pocos mansos en el cercado.
El más viejo de la manada recordaba historias
de fuera de la alambrada. Cuando los mansos
no se entregaban mansos. Los terneros, norias
que bajaban y subían ¿Era posible la lucha
contra los lobos? ¿Al amo al que escuchan
podrían matar y empezar nuevas euforias?

¡Ah era demasiado tarde, muy tarde!
Hubo un tiempo en el que uniendo fuerzas
se harían fuertes pero los lobos y el pastor
decidieron por ellos y ahora...Un clamor
de mugidos secretos retumban las cercas
del cercado. Llantos, moribundos rebaños
que sueñan con lobos y pastores  pasados.

No se aprende a dejar de ser dominado
en una tarde. Lo primero, rebaños del mundo:
¿Queréis vivir como mansos esclavizados?
Yo os pregunto.


Adolfo Lisabesky

jueves, 9 de febrero de 2012

Versos, poemas y poetas.

Sonríe el poeta enamorado
y en su sonrisa derrama unos versos.
Sus ritmos y rimas, dulces y frescos,
pero su fondo cursi y amanerado.

Piensa el poeta concienciado
y de sus pensamientos unos versos.
Historias tristes, propósitos rectos,
pero el espíritu triste y desamparado.

Poesía que cabalgas a lomos
de un caballo cojo: Derrama
tus versos en sus trotes locos.

Verso a verso se formará la senda
por donde transitan los poetas.
Promulgada la ley, prohibida su venta.






Adolfo Lisabesky

jueves, 2 de febrero de 2012

A los rectos funcionarios.

¡Honor y gloria a los rectos funcionarios!

A los que conducíais filas de judíos
hacia los trenes de la muerte.
A los que al grito de ¡Rendíos!
Acabasteis con su vida y su suerte.

A los que por imperativo mandato
transforman al vivo en desaparecido.
A los que por la falta de un dato
ponen firmes al ciudadano enardecido.

A los que rellenan y dan salida
a tanta norma estéril o inútil.
A los que rubrican con dolida
mano y por duplicado la firma fértil.

A los que de la ley hacen esclavo
al vecino y proclaman su oficio,
frontera de la virtud y del vicio.
A todos los pelotas yo les exclamo.

¡Honor y gloria a los rectos funcionarios!

En cambio al no tan recto funcionario,
al que haciendo  uso de su despacho
desviaron judíos del destino ferroviario,
unieron familias lejos del gas derramado.

A  los que  hacen esclavo a la ley
al servicio del ciudadano y oportunos
ayudan tanto al humilde como al rey.
A los que no treparán por árbol alguno.

A los que desarman los tampones.
A los que acercan las soluciones.
A los que alejan las precauciones.
A los que aman las emociones.

No obtendrán ni medallas, ni honor.
No recibirán altos nombramientos,
ni el grito de su nombre será un clamor.
Sus hijos no heredarán ningún favor.

A solas con sus actos en la desnudez
del  alma encontrarán el consuelo
de reconocerse Hombre y Mujer.



Adolfo Lisabesky.

Ensoñación  de un funcionario al leer el poema de Jesús Lizano "Las personas curvas"





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