sábado, 24 de noviembre de 2012

Sintagma, Sol y Tahrir

Conocen mis amigos de la antigua Alejandría,
el camino a la plaza Tahrir.
Saben los españoles lo que querían
al llegar a Sol en pleno Madrid.
En la plaza Sintagma se reunían
mis queridos griegos de diez mil en diez mil.

Pasan los años, camaradas,
desahucios, robos e imposturas.
El tiempo es nuestro, suya la maza,
pero a cada golpe muestran sus fisuras.
Veo de que están hechas sus armas.
Amasijo resulto de cuerpos sin almas,
perdida memoria, muerta en la tortura
de un sistema que engorda y nos aplasta.

 Adolfo Lisabesky


martes, 20 de noviembre de 2012

Poeta, loco y bufón

Soy poeta por loco y por bufón,
mis poemas a veces locuras
y otras bufonadas.

Estoy loco para ser poeta y bufón,
mis locuras en mis bufonadas
y en mis poemas.

Soy bufón antes de loco y poeta,
mis locuras dan risa
y mis poemas se ríen.

¿Podría ser poeta sin ser bufón y loco?
¿Podría vivir mi locura
sin mi gorro de bufón
y sin la llave de mis poemas?
¿Serían mis bufonadas perfectas
sin la locura de mis poemas?

Adolfo Lisabesky
 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Adolfadas V

¿Qué tendrá la mano de los poderosos
que tanto nos excita su roce en el lomo?
Aaaa, sí, más y más hasta el fondo,
hasta notar su contento en sus rostros.

El otro día escuché a un poeta decir:
 "cada cuatro poemas descarto dos".
En esto también hay pobres y ricos,
yo desde luego no me lo puedo permitir.

La luna tiene poderes extraordinarios, fenomenales
su influencia es grandiosa, eterna.
Transforma a personas y animales en seres especiales
y eso sin hablar de lo bien que se ve en luna llena.

Una niña me preguntó: "Profesor ¿ las vacas
ponen huevos?" Y como  no quise pillarme los dedos,
tras dudar le dije: " Depende, niña,  de la granja,
eso sí las vacas lecheras, leche...bueno y pedos."

De niño en mi colegio los profesores nos decían:
"De tanto masturbaros no vais a crecer"
Mientras Federico, de metro y medio,sonreía
y padecía las bromas que eran menester.

La transparencia es una virtud de dudosa aceptación,
nadie quiere ver el doblez de nuestros intestinos
curiosear, explorar, recorrer nuestros caminos.
Es por eso que somos laberintos sin solución.

Antes, en navidad, se sentaba un pobre en la mesa,
sin educación y con un lenguaje propio de pobres.
Y así nacieron las ONG´s para que estas nobles
acciones no ensucien nuestras sobremesas.



Adolfo Lisabesky


Teorema Adolfo Lisabesky

"En conversaciones, tertulias
o reuniones, el riesgo que los Nazis
Hitler o Stalin aparezcan
es directamente proporcional
a la dureza, agresividad y enconamiento
de los participantes.
Siendo segura esta posibilidad
si la tertulia, conversación
o reunión rebasan los veinte minutos."

Demostrémoslo por inducción,
supongamos dos amigas, n igual a dos.
Y supongamos que hablan de maridos.
Una de ellas dirá que el suyo es resultón,
la otra dirá que el suyo y el de ella, un mamón.
Pronto una dirá que Antonio es un perdido
la otra dirá que su corazón esta herido,
y aunque el asunto parece del corazón,
pronto llegará al bazo y de ahí al riñón.
En las bajos submundos, sus queridos
son hombres como un hombre era Hitler
que imponía a Eva Braun su razón.

Supongamos cierto para n personas reunidas,
y aparece una, n más una,
y dice "Ya esta bien de políticas suicidas,
que la ley nos deje solas, casi desnudas
frágiles  quieren nuestras ideas perdidas
como Hitler que primero por lo judíos, ¿Lo dudas?
luego por los cristianos, abriendo las heridas.
Y por  último con nosotros", una idea tozuda.
Este teorema doy por zanjado
 como queda demostrado.

Adolfo Lisabesky



Filosofía del trabajo

Miraba a mi alrededor
y solo veía almas atormentadas
por el trabajo.
Nada era acogedor
todo una convulsión desatada
de arriba abajo.

Y me sentí culpable
de no atormentarme mi trabajo,
de instalarme en la risa.
Y pensé: “No seré rentable.
Debo anunciar mi fracaso
Y empezar mi prisa”

Sí, eso es, correré por pasillos
y me estancaré en las oficinas
con un gesto serio,
propuestas escritas en papel amarillo,
donde despierte de los rectos su envidia
serios y ordenados escritos.

Haré largos y farragosos memorándum,
restregaré mi rectitud a los compañeros
que como yo andan divertidos por el trabajo.
Seré único entre los humanum,
para mis jefes subiré verdaderos enteros,
y de mis compañeros un ejemplo sagrado.

Empezaré mañana, ya que hoy
desaté mi risa, con el juego,
y no puedo dar fin a su fin.
Después de la última risa diré: “Soy
un hombre recto casi nuevo
y mi trabajo me hará libre al fin”

Adolfo Lisabesky
 


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Huelga General (14/11/2012)

Los días pasan sin mejorar a los pasados,
hoy hombres nuevos pasaron por mi calle.
Los vi y me sumé a una procesión de parados,
estudiantes, trabajadores y extraños personajes.

Cuentan que al principio sujetaban rectos
dirigentes sindicales una pancarta que decía
"Nos dejan sin futuro", yo no la veía,
estaba atrás junto a  números inciertos.

Un futuro incierto y un presente muerto,
por eso cuando los vi gritar, cantar, bailar,
bajé y reconocí la vida, me creí contagiar,
y bailé y grité en mitad de un fugaz desconcierto.

Mi grito no es potente, no llega a susurro.
Pero unido a un millón de susurros
lo podrán oír, oír los cristales resquebrajarse,
como una fuente, un joven desangrarse.

¿A quien protegen las porras de los policías?
¡Que contundentes con los manifestantes!
¡Que dulces y suaves con los malos gobernantes!
Cobardes, ciegas, mal nacidas.

Hoy terminé el día algo
cansado, perdido, y no pagado.
Pero recién nacido, bien humorado,
y de algunas ilusiones contagiado.

Adolfo Lisabesky



El viejo y la niña

Un día, en el otoño de mi vida,
después de pasearme entre obras
y parques con palomas,
miraré a un niño o a una niña.
La veré alegre, divertida,
entonces sabré que he vivido.

Adolfo Lisabesky

sábado, 10 de noviembre de 2012

Las alas corruptas

Están mis alas mojadas,
el timido sol otoñal no las secará.
Doy torpes saltitos como un retoño
caido del nido, que pasará
sin volar todo el otoño.

Mis intentos de vuelo dan risa
vanos esfuerzos, torpes zancadas.
Rectos personajes secan mis esperanzas
“Los hombres no vuelan” me avisan.
Y me estiro, pero mis plumas, mojadas.

Ayer divise una cornisa,
será mi último intento
con mi último aliento
acariciare el viento
y arrancará mi risa.

Será una risa hermana
de tantas otras risas suicidas,
recuerdo al Quijote reír
y cabalgar contra los molinos.
Recuerdo a Cyrano reír
y luchar contra los compromisos.

Y al recordar en el cielo
mi estropicio en el suelo
serán mis versos sinceros.

Adolfo Lisabsky

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Silencios

Palabras que atropellan a otras palabras
y aparecen salvadores, los silencios
y se adueñan de todo. Entran en la plaza,
los arboles callan y los hombres, recios,
adustos, casi muertos, dejan su esperanza
en el silencio. ¡La palabra ha muerto!
¡Viva el silencio!

Agotados los sonidos de las últimas letras
en la ultima palabra, vivimos mudos
aunque no sordos, ya que escucho
tus murmurosos silencios, la espera
se hace eterna. Ya olvidé como sonaban
las palabras que hablaban de comprensión,
las palabras que curaban las heridas,
las palabras que alimentaban mi alma.
Si las pronunciaras, no las entendería.
He aprendido el tosco vocabulario
del silencio, no tiene vocales
sólo tiene rencores
no tiene consonantes
nada, sólo
silencio.

Adolfo Lisabesky



jueves, 1 de noviembre de 2012

Desatado

Le dicen al viento,
ya retiraste el polvo de las azoteas,
ya arrastraste del mar sus deshechos
y limpiaste del suelo las hojas secas.
Desiste, viento y no soples más,
quebrarás de los arboles sus ramas,
los puentes no aguantarán tu presencia
y los hombres no soportarán tus alaridos.

Y el viento no escucha,
no recuerda porque empezó
y no dará fin a su lucha.

Le dicen al sol,
Iluminaste a plantas y árboles
que nos dieron sus frutos,
calentaste a los animales,
ahuyentando al frío.
Pero vete ya, sol imprudente,
lo que antes era tierra fértil
ahora no es más que arena inerte.

Y el sol no escucha,
no recuerda porque empezó
y no dará fin a su lucha.

Le dicen a la lluvia,
distes de beber a animales y plantas
grandes cosechas por tu generosa mano
y tu agua limpió nuestro cielo.
Déjalo ya , lluvia insistente.
Tus aguas desbordaron los ríos,
hicieron de las ciudades pantanos
y en ellos naufragamos.

Y la lluvia no escucha,
no recuerda porque empezó
y no dará fin a su lucha.

Y yo que no soy ni sol, ni lluvia, ni viento,
ni siquiera roca para dar asiento,
que ni mojo, ni muevo, ni caliento,
tampoco se porque empecé
y ya desatado, no me ataré.

Adolfo Lisabesky






ESPAÑA

Ahora que políticos mediocres en Cataluña
han decidido administrar sus impuestos
ya que dicen que el resto trabajamos menos
y gastamos más, ahora los patriotas saludan,
ahora sienten  España mancillada,
ahora quieren gobernar en España
ahora pierden el oremus con ESPAÑA,
ahora las banderas, las pancartas,
ahora el odio, el rencor, la voz cansada.
Ahora, digo ahora porque hubo un tiempo
en el que esperaba su voz
por entonces andaba dormida
por entonces la patria era invadida
por entonces nos imponían recortes
por entonces gobernaban los de fuera
y digo entonces y digo ahora,
y digo ayer y digo hoy
y digo con tristeza mañana.
No oigo sus voces gritar contra el invasor,
el mismo tono, la misma desesperación,
no la oigo, solo alfombras rojas
para una invasión que a todos acongoja.

Recuerdo un día que nos decían
“Cerrad vuestros astilleros
en Europa los hay bien buenos”
Les hicimos caso y los cerramos.
“Cerrad vuestras minas,
Europa escribe con otras tintas”.
Les hicimos caso y las cerramos.
“Arrancad vuestras parras y olivos
En Europa buen aceite y buen vino”
Les hicimos caso y los arrancamos.
Y fabricas, vacas y campos
programadas para cerrar
y olvidaron que poner.
Y llegaron las subvenciones,
el dinero prestado
por todo lo quitado.


Ahora tenemos bonitos adosados,
parques inmensos como cementerios,
museos donde los cuadros se observan
sin ser observados.
Anchos polideportivos donde retumba
la voz de un niño sin presente ni futuro.
Hubo algo que olvidaron quitar,
nuestros hospitales, nuestros colegios,
nuestras ganas de ayudar y ser ayudados.
Ahora lo recuerdan, y nos piden el dinero
prestado. Los intereses son grandes
ya que saben que no tenemos
como devolverlo. No tenemos
fabricas, ni ganado, ni minas, ni astilleros,
ni pescado, ni olivos, lo saben
nos lo aconsejaron.
Y entonces con el dedo señalan a hospitales
“Hay demasiados”
a los colegios y universidades
“En demasiadas ciudades”
Y en esto andamos hipotecando el futuro
de ricos españoles con pocos euros.

Adolfo Lisabesky

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