jueves, 28 de julio de 2016

Flor de pascua

Enmudeciste,
pero no fue como el rayo,
que antes de callar,
deslumbra con fiereza.

Tú desapareciste,
con la humildad,
con que la flor de pascua,
cierra sus pétalos,
retorcidos se cierran a un nuevo día.
Poco a poco ha ido plegando sus velas,
hasta que al final
su belleza solo es un rescoldo,
la anécdota del día,
el sueño de la noche.

Así te fuiste,
sin dar un último
golpe sobre la mesa
de la poesía.
Dejando la puerta entreabierta,
para que la luz del día,
me despierte, tarde o temprano,
de esta aguerrida melancolía.



Adolfo Lisabesky

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