Escribo lineas en hileras
como caídas de un acantilado
al mar de tus ojos.
A veces incluso,
si el día lo merece
si el viento es propicio,
si las estrellas me orientan
rimo mis versos
asonantes,
incluso en ese segundo
de locura sobrevenida
consonantes
Soy tan Quijote
que de mis manos
caen versos a Dulcinea
También veo gigantes
También veo gigantes
y me lanzo a ellos,
sin Rocinante, sin adarga
sin armadura,
sin posibilidad de victoria
sin posibilidad de victoria
alguna.
Cuando los gigantes
Cuando los gigantes
danzan el baile de la muerte
sobre la única flor del desierto
intento pequeños empujones
a sus tobillos.
Cuando los enanos
sintetizan la mañana, la aurora,
el despertar,
me distraigo en su hermosura,
en mi dicha al contemplar.
¿Que he de hacer mas
¿Que he de hacer mas
para que al llegar a un prado
las vacas musiten
poeta?
sin dejar de rumiar
la fresca hierba
de la primavera.
Adolfo Lisabesky
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