Tengo los bolsillos
llenos de canciones,
mi camisa llena de rayas
y trozos de mi alma
olvidados en las estaciones.
Tesoros de ida y vuelta,
monedas cartón piedra,
unos besos que no besan
y unos versos que no riman
Tentadoras exequias,
de un Dios nacido muerto
en un mundo muy vivo
me reclaman los talentos
que nunca he tenido.
Terribles moradas
llenas de ladrones perezosos
que olvidan en sus robos
las ilusiones robadas
Tormentas de verano
sacan los pies de un tiesto
lleno con rayos del invierno
sin pudor y con descaro.
Taimado tangram
torpemente terminado
Adolfo Lisabesky
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