República de los abrazos rotos,
ínsula poblada de ciudadanos
solitarios
árido desierto de amores exiliados,
permitirme ser vuestro secretario.
Tomaré uno por uno
los odios declarados,
en mis actas no faltará ninguno.
Levanten la mano los despechados,
dejadme que cuente:
Uno, dos...
Uno, dos...
-Usted el de la mirada rota,
¿Le tomo nota?
Asiente en un gesto terrible,
Me acercaría,
lo abrazaría,
le daría compañía.
Pero no puedo, ya que soy
Pero no puedo, ya que soy
“El secretario de la república
de los abrazos rotos”
Adolfo Lisabesky
Adolfo Lisabesky
Y el presidente sería el primer despechado.
ResponderEliminarUn saludo, Ángel.
No podría ser de otra forma, aunque al secretario sólo exigirle buena letra, un abrazo Rafael
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