martes, 15 de abril de 2014

Retales

No puedo ver una caja
sin subirme encima,
hablo de la luna, del sol
                                    de España

Yo que no he estado en la luna,
que del sol sólo sé que es azul,
y que España sólo existe en mi imaginación.


Ya, ya sé lo que soy.
Soy un traductor
de una lengua poco conocida
a otra totalmente desconocida.

Un mal traductor.
Pondré un ejemplo,
quisiera traducir:
" El mar es azul"
Y digo:
" La tormenta acecha"
¿ Quién interpretará mis traducciones?
Dirán que no merece la pena
que esa lengua nació muerta.

Al menos un sencillo entierro
unas letras en una piedra,

                                     pocas:
" Aquí yacen las traducciones
de un mal traductor
que no llegó a poeta"


Debajo de cada capa
                                en cada etapa

enterrados por inútiles realidades,
en el centro de todas las vanalidades
en el lugar exacto, donde nunca miramos.
Cuando desnudos, habla nuestra alma.

Allí y sólo allí, nos encontraremos.


Adolfo Lisabesky 




 

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