sábado, 13 de junio de 2015

Y de repente, el verano

Nosotros los de entonces,
ya no somos los mismos,
decía Neruda,

Ya no somos gigantes,
aunque midamos lo mismo
ustedes algo crecieron.

Ya no somos seres perfectos,
lo siento, pero mis fallos
los aprecio tanto
              que no quise esconderlos.

Ya la inocencia inició su huida,
pero no la perdáis de vista,
en los tiempos de listos y canallas
   es un oasis de belleza.

Ya los amigos hablan mas de lo que cuentan,
en sus continuas historias
el rincón de los adultos es tan pequeño
que no cabe el abrazo ni el llanto.

Ahora que no sois niños, ni adolescentes
que no sé lo que sois,
que en vuestros ojos solo hay preguntas
que mis respuestas se hicieron pequeñas,
ahora, solo me queda caminar,
caminar junto a vosotros,
         por si acaso pudieramos necesitarnos.

Adolfo Lisabesky


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