No, no importa, déjalo ya.
No mires atrás,
ni digas esta boca es mía,
ni pidas perdón,
ni quieras que él te lo pida.
Tú sabes quien es
sabes que confunde
sus torpes habilidades
con tercas seguridades.
Tú sabes que has sido
para él tierra y mar
pero que nunca tuvo cielo.
Oíste como un rayo
su escueto “Te quiero”
Y luego el silencio
lugar donde mueren los sueños.
Y el vuestro no iba a ser menos.
No, no lo despiertes,
deja que este silencio vuestro,
ocupe todas las habitaciones.
No, no importa, déjalo ya.
Adolfo Lisabesky (De la serie: "Pronombres demasiado personales")
Es precioso y casi me ha hecho llorar, a la vez es muy triste. Te felicito.
ResponderEliminarTodos somos un tú, o un yo o un él. Estamos en nosotros, en vosotros y en ellos. Por eso merece la pena dedicarle unos versos. Pero es que además, amigo anónimo, andaba estancado en el yo. Gracias
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