jueves, 16 de abril de 2015

Tal vez alergias

La primavera ha desbordado mi cuerpo,
como un río crecido asalta lagrimales,
mi boca y mi nariz son desvencijados restos
de la tormenta asidua a los días primaverales.

No me hago flor, sigo siendo capullo,
en eso la primavera no ha sido tajante,
mientras el cerezo compite con el azabache
sigo siendo hoja raída, hundido mi orgullo.

Una tos de viejo fumador me acompaña.
Mareas  que dejan mi cuerpo por un pañuelo,
aunque prefiero el rocío fresco de la mañana,
y esa tísica tos como un grillo y su eco.

Todo el invierno esperándote, mes de Abril,
para verme a merced de tus bromas,
las inocentes bromas de un adolescente.

Adolfo Lisabesky




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