sábado, 14 de febrero de 2015

Corrupción, Democracia y nuevos partidos políticos.

Llegados a este punto haré unas pequeñas reflexiones, abandono la forma y modo de la poesía para acomodarme a esta apantanada situación política.

Caemos los ciudadanos ribereños con el mediterráneo cada cierto tiempo en una crisis romántica que nos lleva a militar con la utopía. Crisis provocadas siempre por esa mano invisible del liberalismo, que nunca ha respetado a las clases mas humildes de nuestra sociedad. La ciudadanía no ha considerado en esos momentos que la pobreza, la falta de cohesión social son aspectos infranqueables en los que la política nada o casi nada pueda hacer. En esos momentos históricos de los que hablaba, nos despertamos del fatalismo y creemos fervientemente en respuestas utópicas, realizables, con grandes dosis de realidad.

Quiero ahora ahondar en esta aparente paradoja, la utopía en la que Tomas Moro localiza la felicidad, convive con la realidad, así fue o así intentamos en esos momentos de crisis romántica hasta que la monstruosa mano invisible de Smith pasa ser tremendamente visible, a veces toma la imagen de tanques y guerra civil, otras amenaza golpista, o simplemente los románticos se vuelven tremendamente prosaicos.

Dejaré la historia para los especialistas, me centraré en nuestros días como un mero observador . Sólo unos años atrás, 1982, el partido socialista gana con mas de diez millones de votos, por entonces y aunque era un niño, en mi barrio se vislumbraba una nueva forma de gobernar, los chicos del PSOE eran vecinos, los habíamos visto fumando humo verde, vestían como todos nosotros, no llevaban corbata y los domingos en lugar de ir a misa se reunían con los vecinos buscando soluciones a las farolas, ya no recuerdo si rotas o inexistentes del las plazas de mi barrio. Lo que pasó después lo sabemos todos, política profesional, chaqueta, OTAN, corbata, corrupción, Roldán, se fueron del barrio y se instalaron en todas las castellanas y desde ahí controlaban todos los barrios para que no se hiciera nada, bueno sí, bocadillos para las fiestas patronales.

Tras treinta años de un sistema de partidos políticos, omito consciente mente la palabra “democrático” ya que la losa del partido obstruía los mecanismos que lo hicieran democrático , y llevado por una crisis que se come incluso los bocadillos de los que hablaba, la hombres y mujeres de barrios, pueblos y ciudades se congregan en las plazas de los pueblos, 15 M, a mi me pilló en edad de estar y en cierta medida estuve. De aquellas manifestaciones y acampadas recuerdo una mezcla heterogénea de descontentos del sistema, no llegábamos a ser antisistema como los medios nos describían pero si podríamos llamarlos ciudadanos “asistema” no encontrábamos hueco en un sistema en el que habíamos creído y que nos daba la espalda.

La primera reacción del sistema fue invisibilizar estas movidas, cuando ya eramos tantos y tan difícil era ignorarnos, no se nos entendió, Si había partidos políticos, ¿por qué no se militaba en alguno? ¿O por qué no se creaba uno nuevo? Aquí García Calvo en una de sus intervenciones en la puerta del sol ya advertía a los congregados: “Los descontentos no pueden utilizar los trucos de la democracia: ni contarse, ni votarse, ni tener éxito con las grandes manifestaciones que a la televisión le gustan.”

El personal abandonó las plazas, no eramos como ellos, teníamos cosas que hacer, estudiar, trabajar, buscar trabajo, no podíamos permanecer en las plazas como ellos en sus sedes con sus teléfonos controlados y controlando. Pero algunos obstinados en la transformación de las injusticias que denunciábamos entonces, desoyeron a Agustín García Calvo y hicieron caso al sistema. Unos pocos querían ser unos muchos, formaron un partido político, PODEMOS le llamaron, exportaron las demandas de los carteles y en un especie de corta y pega, las pusieron en su programa electoral.
Se anunciaban distintos a lo que había, y eso bastaba para que muchos paisanos confiáramos en ellos. Por entonces el sistema, una aclaración de a quien me refiero cuando hablo de “el sistema” partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales holdings bancarios, multinacionales...todos los que por obra u omisión son responsables del estado del que actualmente “disfrutamos”, especial atención a los partidos de izquierda y sindicatos que olvidando su acción transformadora se anquilosaron en sedes y parlamentos defendiendo su estatus,su partido o su sindicato. Decía que por entonces el sistema primero con ironía y sarcasmo, luego con estupor y mas tarde con miedo, preparaba concienzudamente su defensa ante estos nuevos advenedizos a la vieja política.

Las primeras andanadas tras su “triunfo” en las europeas fue directo a su pasado reciente, al pasado reciente de sus integrantes, pronto sacaron impresiones de Pablo Iglesias no muy claras sobre lo que había sido ETA, una banda de asesinos, tras la muerte de Franco, tras la constitución y durante los años de plomo. A la vez y como un ataque a su ideario político otras opiniones sobre el régimen bolivariano, en las que veía el grano de las conquistas sociales y nada decía de la paja sobre un sistema corrupto, dictatorial con formas y maneras de dictadura personalista. Callaban o en el mejor de los casos ofrecían un discurso nada claro. Un partido que aspiraba a ser mayoritario sorteaba de forma sibilina las primeras afrentas.

Pero seguían creciendo en las encuestas, por entonces ya se había creado un gabinete de crisis, crisis podémica, elaborando ideas que detuvieran su avance en las encuestas, y tate tanto va el cántaro a la fuente que al final se echa novia, o eso decíamos. Encontraron la manera de descalbalgarlos, una manera maquiavélica, mentirosa pero efectiva, dada la reacción tan torpe de anteriores embestidas con esta nueva terminarían por tirarlos del caballo.

La encontraron en el cajón de-sastroso de la corrupción, pusieron en marcha el ventilador, si se consigue demostrar que hay mierda para todos calará en el electorado aquello de “mas vale lo malo conocido” y eso e lo que esta ocurriendo. Monedero y sus grupo de amigos tan encorsetados ellos no son capaces de driblar esta dura defensa, no son capaces de echarse a un lado y sacar de el banquillo otros compañeros o compañeras menos cansados, con menos piedras en su mochila. Prefieren ellos también lo malo conocido, prefieren arrastrar esas piedras a la vista de todos, que soltar lastre, que acercarse a su posible electorado, prefieren ser como sus vecinos de Izquierda Unida y no optar a ser un alternativa sino un partido de conveniencia, un partido de usar y tirar.

En esto estamos, con Tania Sánchez fuera de Izquierda Unida no por sus torpes actuaciones adjudicatarias sino por haber quitado las tarjetas blacks de algún peligroso monedero, con el PSOE a vueltas con sus militantes madrileños arrebatandoles su candidato y con PODEMOS silbando cada vez que se habla de ETA, Venezuela o Monedero.

¿Nos merecemos esto los que los días señalados nos plantamos delante de las papeletas y tamizadas pretendemos un partido que nos permita transformar la sociedad?

Ángel Rodríguez Fernández


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