se oyen los ecos de la vida, la sal de la comida,
proyectos anticipos de una vida futura.
Los rincones del colegio, oasis de libertad,
patio, amigo, confidencia y cantina.
Rincones, habitáculos donde vive mi soledad.
Nuestro rincón en donde soportamos
el asedio terrible de los que arañaban
nuestra complicidad.
El rincón de los que no tenían rincón,
amontonados en el rincón no elegido.
Soleados rincones, oscuros, sombríos, alegres,
desterrados, apartados, pertrechados de pelota,
humo, cigarrillo, copa, libro, apuntes, espadas, hilo,
mascara, pasillo, colores, laminas, cuartillas...
Rincones de verano, de navidad, de fin de semana,
rincones que no tienen dirección ni palabra,
que los habitan los enamorados, los olvidados,
y los que no dejaron la infancia en la puerta de un colegio.
Y ahora que no sé cual es mi rincón,
que escapé de todos los rincones,
tengo frío, acecha la melancolía
que hace de mis antiguos rincones
Paraísos terrenales.
Adolfo Lisabesky
No hay comentarios:
Publicar un comentario