viernes, 1 de junio de 2012

Mea Culpa

Me declaro culpable.
Culpable de no decir sí porque sí,
culpable de no decir no porque no,
culpable de buscar tres pies a gatos cojos,
culpable de no aceptar lo irremediable,
culpable de consagrar el octavo mandamiento,
culpable de ser blando con las espigas,
culpable de ser duro con las espuelas,
culpable de no rendir cuentas,
culpable de no rendirme ante las cuentas.
¡Culpable, culpable, culpable!


Por eso debo separarme de los inocentes.
Un frio día gris de otoño cogeré mis culpas
y me iré al desierto donde no contagie
a los que tanto sufren mis pecados.
Como el anacoreta Simón el Estilita,
dejaré el suelo, subiré a una torre
para no pisar el mismo suelo
que el que pisan los santos inocentes.


Adolfo Lisabesky

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