Que bonita la hilera de patitos
en la feria de mi pueblo.
Todos, niños y mayores a tiritos.
Uno dos y tres, pim, pam fuego
Los maestros con su pizarra detrás
también son una diana perfecta.
Apuntad y disparad sin afinar,
como premio la fruta selecta.
¿Quién pondrá fin a este juego?
¿Por qué hacer de los maestros
dianas? Pim, pam, fuego.
Maestras y maestros avales
de mi España que hacen del trabajo
su vida y todo por cuatro reales
Adolfo Lisabesky
Adolfo Lisabesky
No hay comentarios:
Publicar un comentario