Era muy niño, los recuerdos
podrían ser los de mi hijo.
Muchos están ya muertos,
y durante muchos años el río
de la vida hizo de las personas
seres extraños, sólos ante el frío.
El barrio...mi barrio, juegos,
dunas rotas y reencuentros.
La vida ayudada a ser vivida
por el amigo, la escalera, la vecina.
Los portales lugar de encuentro
la mano franca, el día un reto.
Los pasteles y helados más dulces,
las fiestas y los juegos más divertidos.
Tenía plazas mi barrio, niños mal vestidos,
y coches que desafiaban los chutes
de jóvenes atrevidos y niños deportivos.
El Barrio, lleno de sábados y vacío de lunes.
Dejé el Barrio o el barrio me abandonó.
Edificios limpios, oficinas, colegios privados.
Todo olía a...nada. Hombres reservados,
mujeres finas y niños limpios con buen olor,
bien vestidos. Ya no se olían los guisados,
ni las hogueras. Todos los juguetes rotos
Adolfo Lisabesky
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