Los doce sabios
custodian el alma
de los ingenuos.
Junto al día
nace el prostíbulo
amada a mar.
La gruta de sal
ciega al caminante
en su destino.
Caen sobre tí
las palabras tranquilas
que no escribí.
las palabras tranquilas
que no escribí.
Una ovación
de las ramas al viento
cierran su labor.
de las ramas al viento
cierran su labor.
El clamor del Sol
retrasa la llegada
de la locura.
retrasa la llegada
de la locura.
La luz se cuela
con el sol por la ola
de la mañana.
con el sol por la ola
de la mañana.
En el camino
donde se pone el sol,
sueña el hombre.
donde se pone el sol,
sueña el hombre.
Puso mil nombres
a todos sus demonios
y los olvidó.
a todos sus demonios
y los olvidó.
Piensa el árbol
en los mares que nunca
verán sus raíces.
Los cinco sabios
lanzan las siete piedras
en cinco tumbas.
Sobre tu amor
camina la tormenta
en un pedregal.
Tiembla témpano,
en las brasas del volcan
todos somos luz.
El viento del sur
espolvoreó su risa
sobre la noche.
El estruendo fue
el comienzo funesto
del desamparo.
Adolfo Lisabesky
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