Caían mis palabras sobre el bálsamo
de tus silencios,
y aunque tú no estés,
debes saberlo.
En el sindicato todo va bien,
aunque quise contarte lo de aquella inspectora,
promotora de bucles disparatados.
Las vacaciones también han ido bien,
pinto mas que escribo,
aunque mis pinturas siguen siendo
ingenuas caricaturas.
He visto: ríos ansiosos de agua,
pueblos de famosas amanecidas,
pinturas emboscadas, duendes ebrios,
princesas de corrido carmín.
De mis amigos, conversación,
paseo, juego, miradas al pasado,
y prometedores enfados
con los poderosos.
De mis amigas, unas se casan,
otras desaparecen, y algunas
ven mis mismas amanecidas.
Pero todo va bien, este año el Ébola,
no revoloteó sobre nuestras conciencias,
solo al final, en una playa,
vimos el cuerpo menudo del fracaso.
¡He leído tanto! que no recuerdo nada.
La poesía descansó de mi,
y mi alma descansó de la poesía.
Por lo demás nada,
el sindicato va bien.
PD. Disculpa la falta de rima, y de ritmo, cada vez me cuesta mas.
Adolfo Lisabesky
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