Pregunté al sol por mi destino
me dijo que bastante hacia
iluminando mi alma.
Me esperé a la noche
a una luna crecida
le pregunté por mi destino.
Las estrellas gritaban:
¡No está, ha salido!
Paseé por una ciudad abandonada,
¡No está, ha salido!
Paseé por una ciudad abandonada,
busque mi destino
en lugares de alterne
en las iglesias cerradas
en los bancos del parque,
pero sólo encontraba,
Prostitutas muy creyentes
sacerdotes tremendamente pecadores,
botes de vino medio vacíos
Un mendigo me leyó mi destino
en uno de esos botes de vino barato,
me miró tan fijamente
como se puede mirar
evitando caer los tozudos
párpados
alcohólicos.
“Tu destino es el del hombre sin
alas,
volverás a la tierra, te abrazará el
mar
y vivirás eternamente aplazado”
Aquel bote de “Don Simón”
Aquel bote de “Don Simón”
había hablado
sólo quedaba dormir,
volver a casa y dormir resignado.
Adolfo Lisabesky
...es que el destino está a veces en los sitios más inadecuados...un abrazo.
ResponderEliminarEl destino es un ser voluble, entregado al mejor postor. Un abrazo Tocayo
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