martes, 4 de julio de 2017

Hasta luego, Almería

Mira con cierta nostalgia
el agua jabonosa donde lava los platos,
mantengo seca mi media tostada de lorenzana,
pero su mirada melancólica me hace complice
de los sueños que un día dieron luz
                        a sus ojos.

Por las mesas salta sin saberlo
el dia a dia,
administrativos, doctoras, y un enfermero,
que siempre antes de extraer
engaña al niño con un juguete de plástico.

Siempre sonrie, y lo hace francamente,
sin que haya en su sonrisa atisbo monetario,
ella sabe que en el barrio se grita,
                pero no se da propina.

Yo lo hago, discretamente, como por descuido,
no es gran cosa, son los restos de un euro,
el incipiente dinero del bolsillo.
Las sobras del día cuyo propósito
es ganarse el cielo en sus ojos.

Adolfo Lisabesky ( Se va, desayunando)

 


2 comentarios:

  1. "Yo lo hago, discretamente, como por descuido,
    no es gran cosa, son los restos de un euro,
    el incipiente dinero del bolsillo.
    Las sobras del día cuyo propósito
    es ganarse el cielo en sus ojos."

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  2. Qué suerte tenerte cerca de los poemas que escribo

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