viernes, 5 de septiembre de 2014

Poemar por poemar

El negro balanceado en Missisipi
incomprendía las premisas del Ku Kux Klan,
sólo escuchaba a los carroñeros picotear sus ojos,
solo el leve suelo despegado de sus pies.

Olfateaba el gas letal el Judío
sin tener claro que su inmolación
fuera una final solución,
sólo la espectral visión
de los famélicos cuerpos desnudos
sólo la muerte como compañera
en los trenes saturados de vida

Muere un niño en Gaza,
desconoce porque es preso
de una macabra aritmética.
Sólo ruinas sobre su ruinosa escuela

Y yo muero en cada tertulia
me sorprendo haciendo literatura
de muerte.
Tozudo fanático de la inútil dialéctica.

Adolfo Lisabesky



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