martes, 6 de agosto de 2013

Profesores

Y con este van quince años,
aunque nosotros llamamos cursos.
Y hace quince que paré el reloj,
atrapado hasta convertirme
en lo que soy, un viejo profesor.
He cantado, bailado, dado discursos,
resuelto ecuaciones, desatado bostezos.
En algunas clases al salir pensaba,
“Lo hice y no se dieron cuenta”
De otras pensaba, desconsolado:
“¿En que momento equivoqué mi trabajo?”
En su miradas he visto el mar de los sueños
lo cerca que se encuentran las utopías,

He herido y he sido herido.
He hecho soñar y soñado.
He sido primero, el moreno
luego el de las canas incipientes,
ahora el de la incipiente calvicie
mañana el calvo de mates.
Siempre un inquietante profesor.

Y con este van quince años,
con sus ciento treinta y cinco meses.
Y todavía entro a clase tímidamente,
dejándome llevar por las edades del ayer,
viéndome retratado en su ser,
porque yo fui el Antonio preguntón
La Elisa desatada
El Abraham que mira por la ventana,
Sara que espera el recreo
y Luis que anda desgranando sus deseos.
Los veo y me veo, entre ellos
crecí y en frente decrecí.
Días de sueños y pesadillas.

Adolfo Lisabesky


2 comentarios:

  1. A Nicanor Parra lo descubrimos juntos compañero, y conociendo su poesía y conociéndote a ti, era seguro el encuentro entrambos,
    tarde o temprano....pero me halaga que en su descubrimiento me recuerdes a mi. Un fuerte abrazo y bello poema, que Adolfo cada vez le da mejor a los versos.:-)

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