domingo, 23 de octubre de 2011

Big bang poético

De repente sin aviso el último verso
con su última rima. La última estrofa
distrajo el camino y todo el universo
poético cayó, rodó, caótico, colérico.
La métrica loca y el ritmo perverso.
Multitud de expoetas tristes y mustios
lloraban por los poemas no resueltos.
La prosa dueña de montes y ríos,
novelas sin alma, vacíos esqueletos,
bailaban su éxito en todos los medios.
Después de la íntima implosión poética
apareció la última explosión estética.
Remedio frágil, solución patética.
Adolfo Lisabesky.

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