martes, 22 de marzo de 2011

Mi Tarjeta

Contento llegaba con mi receta
al lugar donde cambian por la jeta
jarabes, píldoras y macetas.
Solución darán a mi papeleta.

Entró el boticario en su caseta,
subió ufano por la escaleta
y trajo pronto en su maleta
las cremas que, bajándome mi bragueta
acabarían por siempre con mi faceta
de mártir, solucionando mi papeleta.

Busqué en el bolsillo de mi chaqueta,
revisé en mi bolso. Solo pesetas.
Registré a fondo mi camiseta,
palpé todo mi cuerpo, incluso las tetas.

Triste, compungido y en secreta
hacia la puerta, tocaba retreta
ya que olvidé en mi casa mi TARJETA.



Adolfo Lissabesky

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me gusta