De derrota en derrota,
incluso cuando gano, pierdo.
Mis victorias son pírricas
y mis derrotas rotundas.
Demasiadas batallas,
demasiadas derrotas,
demasiados escollos,
demasiados humanos.
Me revuelco en mi derrota
me estremece la victoria,
vértigo las alturas
me acomodo en las llanuras
Soy lo que soy
ni rastro de un ganador
ni huella de un triunfador
un simple y humilde perdedor.
Adolfo Lisabesky
Ni las victorias ni los fracasos duran demasiado, sino la aceptación de lo humilde, que en cualquier caso debemos ser.
ResponderEliminarBueno a mi me esta naciendo el Orgullo del perdedor.
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