Hoy tampoco medí tu
pecho,
ni mis manos se sumaron a
las tuyas.
No tomaron forma tus pies
en los míos,
ni mis labios, sedientos,
colmaron su sed.
Hoy tu silueta fue un vano
recuerdo,
un dibujo en mi mente,
difuso, inerte.
No rellené tu forma con
la mía,
y ya juntas no encontraron
la mañana.
Hoy mis versos no rozaron
tus oídos,
mis reproches y los tuyos
invadieron,
nuestras almas, haciendo
mudos los sentidos,
e inútiles, de tu corazón
y el mío, sus latidos.
Hoy fue todo naufragio,
incertidumbre,
agarrado a un sueño,
caeré al vacío,
daré con mis huesos en la
dura realidad,
el final de los sueños,
el duro asfalto.
Podría vivir en el
pasado,
y colmarme por los besos
dados
O vivir en el futuro,
esperanzado, no ver la
noche oscura.
Pero hoy fue hoy
que no mañana, ni ayer
Adolfo Lisabesky
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