sábado, 20 de mayo de 2023

Semillas

 El Humo

Un alma caritativa toca el hombro

     de un curioso admirador del aire:

 
"Esos giros, silbidos y registros
    son torpes, feos e indigestos"
 
El curioso admirador sin perder de vista
el sinuoso caminar del viento, le contesta:
 
"Gracias por la advertencia"
 
Y siguió quieto, absorto y perdido
                                en el aire.

 Adolfo Lisabesky

 

La lotería

Los hay quien echa a los "ciegos",
otros mas ambiciosos a la primitiva,
y la quiniela sigue teniendo su aquel.
 
Personalmente echo a los cortos,
tal vez alguna secuencia
merezca ser recordada dentro del séptimo arte.
 
También echo a los poemas,
quizás en alguna reflexión alcance ser portada
          de un sobre de azúcar.
 
Incluso echo a la pintura,
pudiera ser que una pinacoteca futura,
    cuelgue en todo lo alto alguno
de mis acrílicos.
 
Nada de novela, largometraje o fresco mural,
me confieso poco preparado para el trabajo,
así en general, sin etiquetar,
el trabajo es una actividad nada edificante.
 
Ahora sentado en mi sofá
espero que llegue la inmortalidad.
Mientras debo conformarme
con tocar:
cabezas, narices y corazones.
 
  Adolfo Lisabesky

 
 
 
Marinero en dique seco
 
Tenía el mar al alcance de su nariz.
 
Por la mañana olía el deambular incierto
                  del mar al despertarse.
 
Al mediodía se perfumaba de los efluvios
            de una adolescente marina.
 
Atardecía inhalando el fulgor del día
a través de los gritos espumosos de las olas.
 
De madrugada sentía a su amada mar
regalándole el último abrazo perfumado.
 
Desfallecida la mar y cuando él creía perderla,
volvía a despertarle los olores salinos.
 
 
 
Sota, caballo y rey
 
Siluetas saladas serpentean silentes,
por el mar ruedan redondos los revoltosos
cirios celestes celebrando la cierta
                                                estampa
de una semana santa, seria y sola.
 
  Adolfo Lisabesky
 
Tiemblo luego existo
 
Algo se mueve
dentro de mi.
 
Pudiera ser el terremoto patrio,
esa discusión eterna entre las orillas.
Tal vez la inquietud ante la muerte,
la hermana tenaz que me susurra
en el pescuezo.
 
Quizás sea el temblor de los miedosos
o la herviente sangre de los valientes.
 
Espero por mi bien
que solo sean gases.

 Adolfo Lisabesky

Querida Almudena.

Dicen que el hombre es el único animal
que tropieza dos veces con la misma piedra.
 
Se me acabaron las piedras
y las oportunidades para tropezar,
echo de menos sus grietas
y el dolor de cabeza al golpear.
 
Animal, fue Aute el que me abrió los ojos,
ojos de anima, animal, que no de bruto,
Brutus también tenía su espíritu roto,
lo abrió en canal en solo un segundo.
 
Todo por La República, a pesar de que César,
fue un padre, un mentor y también un tirano.

  Adolfo Lisabesky

Disciplina: circunstancia por la cual alguien puede conducir a cámaras de exterminio a cientos de seres humanos.
Sectarismos: propiedad de algunos grupos sociales cuya única forma de conectar con el resto de la humanidad es que esta siga escrupulosamente todos sus principios.

 Adolfo Lisabesky

La mosca 
 
Una vuelta, dos vueltas, una más.
circunda el circulo infinito
del salón, del aula, del coche,
de los hogares donde habita
           la monotonía.
 
En pareja, en tropel, hambrientas
juguetonas, guerreras, cómicas
nerviosas, alegres, dramáticas.
Sin rabo no pueden zafarse
de la mosca que le pisa sus talones,
porque ni siquiera tienen talones.
 
Las he visto, desvergonzadas,
en un cáliz, en un minarete,
incluso en un pene recién circuncidado.

 Adolfo Lisabesky

 

Revolucionarios 

Se llaman revolucionarios
y siguen tropezando durante siglos
      en la mismas piedras.
  Adolfo Lisabesky
 
Mauthausen
 
Desde arriba se ven
con sus sombras y su dolor,
con su orden y su angustia,
con su encierro y su valor
con sus gritos y sus calumnias
con su soledad y su terror.

Desde el cable inglés
Almería canta en francés.
 
  Adolfo Lisabesky
 

 Frustrado autor de comedia.

Tiene la vida argumento melodramático
     o tal vez los buenos melodramas
beben del manantial fresco de la vida.
 
Un melodrama de andar por casa,
chándal, calcetines estirados y pantuflas.
 
Porque la vida no da tiempo a calzarse
                        trajes de fiesta.
 
Adolfo Lisabesky 
 
 
 
 
Monumento a las víctimas del campo de Mauthausen en Almería

 


 


 
 

viernes, 12 de mayo de 2023

Fantasmas

 Está todo tan oscuro que no tiene sentido este trapo en mi cara, la venda es parte de su homilía, junto con las cuerdas y esta silla de enea a la que me han atado. Todos se han ido y creo me han dejado con el más tonto. No para de moverse de un lado para otro, de vez en cuando da unos gritos en euskera, me parecen maldiciones, ahora echo de menos no haber recibido esas clases que todo el mundo me aconsejaba que diera. "Miguel pero que te cuesta".

¿Por qué diría que sí? Cuando Ramón me paró por la calle ya me olía a lo que venía:

"Mira Miguel Ángel tienes que dar un paso, seremos dos concejales pero algo es algo, en el pueblo cada vez son mas los que no le dan palmadas en la espalda a los de la capucha. No debemos escondernos, ya se han ido de Ermua demasiada gente es hora de que se vayan los de las pistolas. Y para eso es muy necesario gente joven como tú" 

Y yo me lo creí, fíjate con lo bien que se vive sin meterme en líos. Antolín que sabe mucho de historia me decía: "Sabes Miguel Ángel que Franco le dijo a un ministro- imitando la voz de pito- "Haga como yo no se meta en política"" 

Los Terroristas adoptaron este consejo del Dictador y con extorsiones, asesinatos, torturas, secuestros...así lo trasmitían a los que no pensaban como ellos, que para pensar como ellos hay que tener muy poca mollera.

Ha dejado de murmurar y me desata de la silla. De un empujón me invita a salir de la cabaña y de nuevo al maletero. Oscuridad total, estoy acojonado, si el miedo se pudiera medir ahora rompería cualquier aparato de medida, no he parado de llorar desde que me secuestraron, no para que estos animales muestren un grado de humanidad sino porque es humano el llanto. Ya no me quedan lágrimas.

El coche se ha detenido y este energúmeno me guía hasta un claro del bosque, pronto todo habrá terminado o mi libertad o mi muerte,  estos eran mis pensamientos cuando siento y oigo la bala, no sabría decir en que orden.

Todo ha acabado, yo estoy muerto. Visto lo visto tuve que morir para que ellos empezaran a dejar de matar. Veinte años después el verdugo está en unas listas electorales de verdugos, y tengo curiosidad por saber cuantos votos conseguirá gracias a mi asesinato.


Diario Almería 360

Diario Noticiasdealmeria

viernes, 28 de abril de 2023

Migas de pan


 Del día de la poesía ni se acuerda.

Hoy no es el día de la poesía,
no, no lo es.
Menudo timo el día,
y menudo timo la poesía. 
 
Tremendos truhanes son los poetas
antes al menos se ponían una pajarita
hoy en día no hay quien los distinga.
 
Usted mismo pudiera ser un poeta,
no es necesario ser gentil hombre,
         ni altruista persona.
Pudiera ser un genocida, un imbécil
o simplemente ser
                  el oscuro portal por transitar.
 
Los hay truhanes intensos y preparados
en las académicas instituciones de poesía,
a medio camino entre matemáticos y costureros.
Luego están los truhanes de medio pelo
entre los que humildemente me encuentro.
 
Nosotros no contamos sílabas,
            ni siquiera
                         contamos.
Ya bastante conté en mi niñez
bajo una gruesa regla de madera.
 
Basta con engañarnos, suponernos poetas
pensarnos herederos de Homero.
Y dejar caer los versos
como suaves hojas de otoño.
 
Adolfo Lisabesky 

Nadie quiere morir
y todos tenemos que hacerlo
detrás del álamo blanco
encontrarás el ciprés de mi cementerio.
 
Adolfo Lisabesky

 

 Marinero en mar.

Sobre el corazón solo el amor
sobre el amor los besos
y sobre los besos tus labios.
 
Adolfo Lisabesky

 

 Poeta nada lineal.

 

Gira el tío vivo,
gira la vida,
giran los giros.
Los poemas que me gustan
            dan giros.
Giran los bailarines,
giran los enamorados,
dan un último giro
    los difuntos.
Giran las estaciones,
giran las emociones,
giro yo cuando aún no lo era,
giras tú para volver a ser yo.
 
Adolfo Lisabesky

 

 

Diabético.

El azúcar de la leche condensada
entre dos galletas maría.
El de los sobres extra
que crujían entre mis dientes.
El azúcar del Colajet, del Bombón
      del Apolo.
El del osito, o el plátano o la fresa ácida.
El azúcar del cuerno de merengue, el del milhojas también de merengue.
El azúcar de ayer,
el que compartí en una plaza o en un mercado entre una bolsa atestada
      de nubes.
Todo el azúcar del mundo
que hizo de mí el diabético que soy.
 
A toda esa azúcar que ya no volverá
le debía unos segundos de ternura.
 
Adolfo Lisabesky

 

 

Va en manga corta.

De pronto el sol explotando en lo alto,
como faro enorme, como un falo enorme.
Gritando luz, gritando ansia,
y Almería que siempre, siempre sabe escuchar.
 
Adolfo Lisabesky 

 

Meta-verso.

Es inevitable, un poema tiene que tener versos,
sucesivos intentos frustrados de ritmo
como en la vida se tienen
sucesivos intentos frustrados de vida.
 
Adolfo Lisabesky
 
No sé nada.
 
Desde mi casa no se ve el mar,
¿Cómo puedo hablar de sus atardeceres?
no sé nada.
 
Abandono los bares,
cuando empieza la hora de los descubrimientos,
no sé nada.
 
Si un libro empieza aburrirme,
lo dejo por otro, tal vez mas pesado,
Si un poema, como puede ser este,
me engaña, lo abandono.
no sé nada.
 
Soy un ser en continua retirada,
embarcado, en una barco a medio hacer,
que dejó el fondeadero, ansioso de mar,
solo sé que no se nada,
y que Sócrates me perdone.
 
Adolfo Lisabesky
 
 
Dibujo de Goya expuesto en el Museo de Dª Paquita

 
 
 

lunes, 24 de abril de 2023

Desde un puente.

 

Observador


Suenan lúgubres los tambores,

pum, pum, pum

mientras unos niños buscan

por debajo de los capotes

el secreto de las procesiones.

Marchan descalzos los penitentes,

pum, pum, pum

juegan al futbol con bolas de papel

unos infantes aficionados

al juego,

se divierten sin pudor.

La tropa de autoridades

pum, pum, pum

muestran al vulgo sus dignidades

sin guantelete, austeros y eclesiásticos

se procesionan sus majestades.

Jesús a lo alto de una cruz

sigue solo y clavado

desde hace más de XX Siglos.


Adolfo Lisabesky


(con el permiso de Labordeta)


"Habrá un día en que todos al levantar

la vista únicamente veremos miseria"

Adolfo Lisabesky



Se inventó un hermano


Toca a las puertas de mi casa

la Primavera:

- ¿Está el poeta?

- No, salió en busca de versos.

- ¿Sabe usted si volverá pronto?

- Tardará si se cruza con su hermana.

- Mi hermana la trompetera, anda bailando por los caminos.

Yo voy buscando por las madrigueras a los poetas.

- Cansado de esperar en casa, metió en un hatillo

su traje de marinero, y salió en busca del mar

y de las primaveras.

- Pues mire aquí estoy en busca de los poetas malditos.

- Entonces ustedes se equivocan pues Adolfo lo que es,

es un maldito poeta.

Adolfo Lisabesky


Yo confieso


Y sueña el mar con la costa,

las olas con el viento,

los dolores con el sufrimiento.

Cantan las gaviotas a ritmo de sal,

los abedules bailan al son de un levante,

y en tu pared muere la cal.

¿Por qué quiere tu voz

sobreponerse al ruido?

Adolfo Lisabesky



Cavernícola


¿Qué ocurriría si me internase en una gruta profunda y oscura?

De la luz un recuerdo,

de las voces remedos,

y todos los olores olvidados.

En su lugar las moscas

y yo, o yo.

Ellas íntimas enemigas

y yo un sujeto del que no debes

confiar.

Por un grieta caen viandas,

y recogen mis excrementos.

Todos son sombras,

gracias a la ínfima luz de una linterna,

sería el esperpento vivo de Platón,

la envidia de un profesor de filosofía

y al salir el entrevistado perfecto

de una inquisitorial periodista.

Adolfo Lisabesky



Feología


Se pasea por las guerras,

se distrae en los hospitales,

incluso lo han visto en los patios

de los colegios.

Es idéntico en cualquier parte del mundo,

tiene los mismos dientes

y da los mismos mordiscos.

Reparte su viscosa alma

por todas partes

y da los mismos abrazos

porque sus brazos son los mismos.

Sigiloso y persistente es el profeta

que nos advierte de nuestra fragilidad,

que nos conmina a volver a los pies del padre.

Así se presenta sin aviso:

El dolor.

Dios, apóstol y testigo de Fe

en todas sus manifestaciones.

Adolfo Lisabesky


Tan vivo, tan muerto.


¿Qué crees que no te oigo?

Son tus pisadas bombas

tu aliento gases asfixiantes,

y aún piensas que eres imperceptible.

Miro de reojo y te veo,

atento escucho tus susurros.

Editor de frases con escuadra

y cartabón,

te perfumas segundos antes

de emitir tus flatulencias.

Son tus mierdas ordenadas

y con olor a Cristian Dior.

Crece la vida a tu alrededor,

pero a tí te da igual,

Tú todo lo quieres, tu paciencia es infinita,

tienes en tu poder toda la eternidad.

Adolfo Lisabesky



Vividor.


Vivirme, eso es lo que quiero, vivirme.

Gota a gota depurar la vida,

ojear los paisajes

reconocer todos los olores,

comer de todas las fuentes

y beber de todas las botellas.

¡Vivirme! Sin temor, sin prisa, sin rencor.

Dejar en manos del destino

las formas y maneras de las adversidades,

para preparar el camino por donde

merezca la pena vivirme.

Adolfo Lisabesky


Fantasmas.


Yo no fui,

yo no estaba,

yo nunca nada,

todo fue un sueño,

una invención del subconsciente,

una sombra,

que no merece la pena recordar.

Adolfo Lisabesky


A Antonio


..Hablaré hasta quedarme afónico,

entonces aprenderé el lenguaje de los signos

y hablaré con mis manos

hasta quedarme manco.

Aun así, hablaré por los ojos,

hasta perder la vista.

Cuando quede mudo, manco y ciego

hablarán mis cicatrices por mi.

Adolfo Lisabesky



Pausa.


Si se interrumpe mi voz,

piensa amada mía

que los vikingos atracaron Normandía.

Si doy por finalizado mi libro,

piensa querido mío

que fue un giro inesperado del destino.

Si mi cuerpo se desalma,

piensa querido perfume

que sigo vivo en una nube.

Adolfo Lisabesky




Marinero en dique seco.


Rema marinero, rema.

No esperes al viento

ni confíes tu movimiento

al motor de una sirena.

Rema grumete, rema.

De proa a popa en el ritmo

silencioso de una barca serena

que espera de tí su brillo.

Rema Capitán, rema.

No olvides que fuistes grumete,

y que en esta barca sin velas,

tu peso no puede ser un cuerpo inerte.

Boga, boga, no desfallezcas

si arribar a una playa desierta

deseas.

Adolfo Lisabesky 

 


 


viernes, 11 de marzo de 2022

No hago poemas hago preguntas

 Primer día de la Invasión: 

La locura de Putin
no es la del Quijote,
         ni siquiera es la de Hanibal Lecter.
Su locura trae a la memoria
    un personaje oscuro
de flequillo incierto, de cuadrado bigote.
Sus muertos se cuentan por centenas.
Dios quiera que no necesitemos más ceros
para contarlos.
Adolfo Lisabesky (Не на войну)
 
Segundo día de la Invasión:
 
Se escribe demasiado,
se encuaderna de forma desmedida,
se publica con demasiada alegría.
Y mientras Putin acomete la tarea de superar
a sus íntimos tiranos:
      Beria y Stalin
Él y sus referentes.

Es un burro que va a caballo,
un asesino disfrazado de burócrata,
que escribe con la sangre de otros
         sus hazañas.
Nos falta Charlot
             para hacer su pantomima.
Tú en cambio puedes buscar en las miserias
   excusas para sus nulos escrúpulos.
Adolfo Lisabesky ( ahora recuerda que es Ucraniano)
 
 
Tercer día de la invasión:
 
No tenemos remedio,
los revolucionarios españoles no tenemos remedio,
           no le vimos el bigote de morsa a la foca Stalin,
y ahora no le vemos la quijada al burro  Putin.


Se pusieron distancias con su homofobia,
al fin y al cabo no éramos homosexuales Rusos.
No importó el encarcelamiento de opositores,
al fin y al cabo no era el primero en hacerlo.
Se puso en entredicho la eliminación física
              de sus detractores.
Al fin y al cabo los agentes nerviosos quedaban
                                       lejos.
Y qué decir de sus mentiras y engaños,
al fin y al cabo es el material de la política.
Georgia Invadida, está lejos que más da,
Krimea tomada es un asunto local,
al fin y al cabo la invasión es cosa de todos.
Ucrania invadida, en el centro de Europa,
misiles, refugiados, muertos.
Al fin y al cabo estaba en su derecho.
En cambio cuando vieron un fulgor luminoso
                                  sobre sus cabezas,
no pudieron dar a tiempo
una explicación razonable.
Adolfo Lisabesky (Не на войну)
 
 
 Cuarto día de la invasión:

Vieron largos charcos de sangre,
niños deambulando lejos de sus colegios,
tanques aplastando turismos.
Y aunque muchas veces dijeron
          "No a la guerra"
Ahora rodeaban ese grito
de torpes explicaciones.
Eligieron un mal momento
para dejar de ser pacifistas.
Adolfo Lisabesky (Не на войнy)
 
Quinto día de la Invasión:
 
¿Dónde están los versos de resistencia
dónde los poetas,
      dónde el mar y la sal?
¿Dónde están los poemas
    que hablan de la dignidad?
      ¿Dónde están los gritos indignados?
¿Dónde están los intelectuales?
¿Dónde fueron a parar las pancartas
dónde están las canciones de denuncia?
      ¿ Dónde están los eslóganes
que gritamos juntos?
¿Dónde están los defensores de la paz,
        dónde están los detractores de la guerra?
¿Acaso Putin merece vuestro silencio cómplice?
Adolfo Lisabesky ( no hace poemas, hace preguntas)
No a la invasión Rusa de Ucrania. Не на войну
 
Sexto día de la Invasión:
 
Escribir en blanco, no decir nada
o decir lo que alguien quiere escuchar
es un ejercicio nada poético.
Ver un charco embarrado,
evitarlo: rodeándolo, o saltándo por encima,
no lo han hecho nunca los poetas.
Ni Zymsborska, ni Gloria, ni Bukowsky
saltaban por encima de sus charcos,
ni evitaban el compromiso de su alma con la realidad.
Ni Machado, ni Miguel, ni Lorca,
obviaron declarase seres humanos sintientes.
Sin sus sentimientos no tendriamos ahora
                            sus poemas.
Otra cosa distinta son los cantantes florales,
pero para estos toda mi indiferencia.
Adolfo Lisabesky (No a la invasión Rusa de Ucrania)

 Octavo día de la invasión:

Si encarcela a los opositores
        como los tiranos.
Si asesina a los disidentes
       como los tiranos.
Si invade a sus vecinos
      como los tiranos.
Si encierra a los homosexuales
      como los tiranos.
Si su manifiesto feminista está por llegar
     como el de los tiranos.
Tal vez sea un tirano.
Adolfo Lisabesky ( la tiranía no le gusta)

 
 Noveno día de la invasión:

Empezaron a caminar
dejaron atrás su casa, su barrio, su ciudad.
De fondo sólo se oían las bombas
    pu-tiiiin, pu-tiiin, pu-tiiiin.
Adolfo Lisabesky ( Dos más dos son cuatro y Putin un cagarro)
 
 
Décimo día de la invasión:
 
Levanto la mano y pregunto:
Si León Felipe fuera Leonidas,
si León Felipe fuera un poeta en Kiev,
si León Felipe presenciara la muerte y la destrucción
         de la invasión Rusa de Ucrania.
¿Quién sería para él La raposa? 
 
Todo les cuadra
aunque del círculo
tuvieran que hacer un cuadrado.
 
No me salves Putin.


Vivo encadenado a un adolescente
que dijo "No a la OTAN"
(por entonces ningún país amenazó
al mío si entraba en la OTAN)
a un joven que dijo "No a la invasión de Irak"
y ahora ni puedo ni quiero
           desencadenarme.
Adolfo Lisabesky ( No a la invasión Rusa de Ucrania)
 
 
 Duodécimo día de la invasión:

¿Se puede tapar una crueldad
con otra crueldad?
¿Es la sinrazón elocuente por sí misma?
¿O necesitamos de los expertos
          de los poetas de tarima
de los sensibles discontinuos
   para reconocerla?
Adolfo Lisabesky ( no hace poemas, hace preguntas)
No a la invasión Rusa de Ucrania
 
 
Decimo tercer día de la invasión:

¡Qué triste la paz de los cementerios!
La paz del invasor sobre el invadido.
¡Qué triste esperar en todos los salones del mundo
la paz de los derrotados!
Pero no habrá paz en los territorios sembrados
                 de odio.
Adolfo Lisabesky ( No a la invasión Rusa de Ucrania)

 
 Décimo cuarto día de la invasión:

Si alguna vez te creiste las hermosas
           palabras de paz
con las que megáfono en mano
exhortabas a los poderes del mundo
para que se rindieran.
 
Si alguna vez quisistes estremecernos
hablándonos del sufrimiento de un niño
    en medio de una batalla.
 
Si en uno de tus múltiples panfletos
recriminabas a occidente su cóngenita ceguera.
 
Si has cantado agarrado a tu guitarra
   en miles de festivales por la paz en el mundo.
 
Si en tus poemas la palabra paz
era un piar continuo en un mar de perfectas rimas.
 
Si el sufrimiento del otro, del distinto, del que no habita
                                                 tu propia piel
fue habitualmente hogar de tus angustias.
 
¿Por qué ahora callas o lo que es peor
tartamudeas estúpidas excusas?
Adolfo Lisabesky (No a la invasión Rusa de Ucrania)
 
 
Mariupol

 
 
 

 

miércoles, 19 de enero de 2022

El corto "Un cuento para una comida" en el festival "El grito de los sin voz"

“El grito de los sin voz” es un festival de cortometrajes cuya finalidad es denunciar el activismo excluyente e insolidario de los grupos de ultra derecha tan vigentes por desgracia en nuestras sociedades. El Trumpismo empieza en USA pero no acaba allí, se ha expandido por todo el planeta con su mensaje de odio y miedo. Embarran cualquier proyecto inclusivo. Este festival ha acogido nuestro cortometraje “Un cuento para una comida de navidad”, elaborado con la intención de recordar que nuestros abuelos, ya para muchos bisabuelos, fueron refugiados.

El propio carácter del festival anima al visionado de todos sus videos, en su canal de youtube. La selección final tendrá en cuenta los cortos mas visionados y valorados, es por eso y aunque lo compartimos hace unos días en nuestro canal y seguramente lo visionasteis, desde los que realizamos este cortometraje os pedimos de nuevo su visionado, en su caso su buena valoración y que lo compartáis con vuestros conocidos. Muchas gracias.



domingo, 21 de marzo de 2021

Onomatopeyas

 

El reloj: tic tac,
la presión arterial: boom, boom,
los suspiros, ah, ah,
el ritmo de los versos desrrimados:
ding, dong.
el perfume desbordado de tu cuello:
sens, sens,
las ramas cayendo del otoño:
plof, plof,
el final del día sin piedad:
catapum, catapum,
última onomatopeya sobre mi último libro,
en el último minuto de la modernidad.
 
Adolfo Lisabesky (hace guau, guau)
 
 

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