¿A qué distancia debo
vivir de la realidad?
Para que mis sueños no
padezcan
Para que las utopías
parezcan sinceras.
¿A diez telediarios?
¿Cinco? Cuatro, no más
¿Sufren nuestros ministros,
nuestros lamentos?
¿Desde donde gritaremos
nuestros lloros?
¿Dónde no verán enfados
tremendos?
¿A una calle? ¿A dos? ¿Es la calle de todos?
¿A una calle? ¿A dos? ¿Es la calle de todos?
¿Y las distancias con los
amigos?
Verdaderos polígonos
irregulares.
Manos francas, abrazos
fraternales
Distancias, caminos y
destinos.
¿A que distancia está la
pareja
antes de la soledad?. ¿A
una mentira?
¿A dos? ¿Cómo sabré de mis mentiras?
¿A dos? ¿Cómo sabré de mis mentiras?
Y ella, ¿Cómo sabrá de
las suyas?
¿Dónde están las
distancias del ayer?
Aquellas que dije que
nunca recorrería
Aquellas que en los
lúcidos y brillantes días,
cuando acabé de huir,
prometí no hacer.
Adolfo Lisabesky
Hallar la distancia y la cercania oportuna, para continuar alimentando los sueños; vivir en la realidad, sin dejar de creer en lo íntimamente necesario....la libertad. Lucha constante y oculta que hace requiebros en las entrañas. Son tus preguntas las mías tocayo...una vez más.
ResponderEliminarNo sabes Luis la alegría que me ha dado tu comentario incluso antes de leerlo. Ya leido compruebo que seguimos en el mismo coro, ánimo Tocayo.
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