Este era un incordio, reproche y continua broma que tenía que soportar el bueno de Marín.
- ¿Que Marín, como ha ido la jornada?
- Marín, ¿Hoy que has sacao de la mina?
Marín armado de un trovo respondía:
- ¿Donde trabajas Marín?
En las minas de Piñero
-¿Y trabajas mucho allí?
Yo trabajo lo que quiero
y nadie manda en mi.
Y cuestión zanjada.
Ángel Rodríguez
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