Tiene mi habitación ventanales,
tan grandes, que hacen transparente
mi casa. No tienen cristal aparente
ni cortinas ni persianas impermeables.
De los ventanucos hicimos ventanas
y de estas a fuerza de estirarlas
grandes ventanales. Atalayas
hermosas, propuesta estética cercana.
Veo una multitud de almas abiertas,
veo batallones de desertores perdidos,
veo procesiones de rencores heridos,
veo coros que cantan canciones secretas.
Tan grandes son mis grandes ventanales
que veo sucesos todavía no sucedidos.
Veo a los rencorosos entregar, decididos
su rencor. Abandonar sus arsenales.
Veo a los ofendidos acariciar su ofensa
y no esperar castigo ni recompensa.
tan grandes, que hacen transparente
mi casa. No tienen cristal aparente
ni cortinas ni persianas impermeables.
De los ventanucos hicimos ventanas
y de estas a fuerza de estirarlas
grandes ventanales. Atalayas
hermosas, propuesta estética cercana.
Veo una multitud de almas abiertas,
veo batallones de desertores perdidos,
veo procesiones de rencores heridos,
veo coros que cantan canciones secretas.
Tan grandes son mis grandes ventanales
que veo sucesos todavía no sucedidos.
Veo a los rencorosos entregar, decididos
su rencor. Abandonar sus arsenales.
Veo a los ofendidos acariciar su ofensa
y no esperar castigo ni recompensa.
Veo a los recelosos hacer la promesa,
desconfiar de sus recelos con franqueza.
Despliego la cortina, cierro la ventana,
desarmo mi retina y bajo la persiana.
desconfiar de sus recelos con franqueza.
Despliego la cortina, cierro la ventana,
desarmo mi retina y bajo la persiana.
Video de Hector Alterio recitando un poema de Leon Felipe
Adolfo Lisabesky
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