Nace en mi el intenso deseo
de hacer de ti,
rama en mi cuerpo.
Como las hojas abiertas
que protejen el fruto,
quiero ser hoja y fruto,
para no equivocarme.
Quisiera dar una ultima bocanada
para que el aire sepa que vivimos,
bailar estenuado,
y en el último giro,
caer desnudo sobre tus pies.
Como sueño en colores,
mi siquiatra aumentó la dosis de lexatín,
como recito poemas,
en mis clases de matemáticas,
mi sombra huye de mi.
Ahora soy un leño sin sombra,
una habitación abierta a un solar,
donde las ratas se atiborran
a turrón caducado.
La aurora que aun no terminó por amanecer.
Ese soy yo,
te lo digo por si oyes de mi
palabras hermosas.
Aun me cuesta levantarme,
el frío invernal sopla
desde atrás del almanaque,
la ventana susurra canciones
de historias silenciadas,
y tú, no eres ni la sombra
de la rama que un día
quise tener pegada a mi alma.
Adolfo Lisabesky
Dicen los expertos que es conveniente escribir para conocerse. Las fotos nos revelan cicatrices con las que no contamos. Un megáfono nos ayuda a mejorar nuestra dicción. Escribir y releerse nos ayuda a alejar determinados fantasmas.
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martes, 29 de noviembre de 2016
sábado, 26 de noviembre de 2016
Autopoesía
Es la poesía un batiburrillo de palabras,
que a veces incluso, un lector
encuentra sentido.
Es la poesía la conversación
con ese hombre que siempre va conmigo,
la estaca, la cuerda y el camino.
Es la poesía la manifestación
íntima de que vivo,
la lumbre, el despertar y la rama de olivo.
Es la poesía el último sentido del abismo,
la esperanza a la vuelta de la esquina,
la amiga, el misterio y el destino.
Todo eso dice mi poesía
que es la poesía,
auque esta zorra misteriosa,
empuja mis palabras,
a la espiral vertiginosa de la vida.
sábado, 5 de noviembre de 2016
Donde dije Diego digo adiós
Dicen los cínicos,
"Qué mas da "
No mas que frases
escritas y sombreadas,
"Qué mas da"
Y en una encina
descansan muertas esperanzas,
"Que mas da"
No corras si ha de encontrarte
el cansancio mas pronto que tarde.
Esos puñales afilados,
en un segundo flores
de una eternidad de cadáveres.
"Qué mas da"
Y así nos va,
descansan en el camino,
los cínicos caminantes.
Mudos, observan la vida,
escuchando las fotografías
del ayer.
Descansar, abandonarse,
estirar la pata antes de que el forense
lo certifique.
Siglos antes de la penúltima oportunidad
de salvación.
Y el ingenuo, el tonto, o el loco
deben saber que su camino
estará jalonado de mudos
visitantes
ajenos discontinuos a la vida de otros.
Adolfo Lisabesky (cínico a tiempo parcial)
Adolfo Lisabesky (cínico a tiempo parcial)
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