Dicen los expertos que es conveniente escribir para conocerse. Las fotos nos revelan cicatrices con las que no contamos. Un megáfono nos ayuda a mejorar nuestra dicción. Escribir y releerse nos ayuda a alejar determinados fantasmas.
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jueves, 30 de abril de 2015
miércoles, 29 de abril de 2015
Dosis, antidosis y Poesía
La poesía no da de comer,
incluso a veces quitas las ganas de comer.
El otro día un verso endecasílabo
se me indigestó, la rima o su ausencia
mezcladas con la pomposa nadería,
hicieron bola, y nada, que no rodaba.
Tomé uno de esos sobres digestivos
con nombre espiritual y cuerpo blanco(*),
disolvió el verso, me recompuso el cuerpo.
Desde entonces tomo la poesía con mesura,
un soneto a la semana,
un pareado al día,
y cuando la sed y el mono de poesía
acechan, echo mano de un verso suelto:
"Caerán una por una, letras y vida, en tu poesía"
Se puede vivir sin hacer poesía,
engordar, incluso mirar el atardecer sobre el mar,
se puede hacer, sin resaltar los blancos
sobre los azules mas intensos,
mirar las sombras, en los claros, las gaviotas
picoteando las nubes,
o ese gesto tuyo, dando por finalizado el día.
Y cuando tanta realidad asfixie, el verso suelto,
como píldora salvadora:
"Déjame decirte niña, lo que tanto hemos callado"
Pero bueno, eso es harina
pan y centeno de otra poesía.
Adolfo Lisabesky
(*) Almax de laboratorios Almirall
incluso a veces quitas las ganas de comer.
El otro día un verso endecasílabo
se me indigestó, la rima o su ausencia
mezcladas con la pomposa nadería,
hicieron bola, y nada, que no rodaba.
Tomé uno de esos sobres digestivos
con nombre espiritual y cuerpo blanco(*),
disolvió el verso, me recompuso el cuerpo.
Desde entonces tomo la poesía con mesura,
un soneto a la semana,
un pareado al día,
y cuando la sed y el mono de poesía
acechan, echo mano de un verso suelto:
"Caerán una por una, letras y vida, en tu poesía"
Se puede vivir sin hacer poesía,
engordar, incluso mirar el atardecer sobre el mar,
se puede hacer, sin resaltar los blancos
sobre los azules mas intensos,
mirar las sombras, en los claros, las gaviotas
picoteando las nubes,
o ese gesto tuyo, dando por finalizado el día.
Y cuando tanta realidad asfixie, el verso suelto,
como píldora salvadora:
"Déjame decirte niña, lo que tanto hemos callado"
Pero bueno, eso es harina
pan y centeno de otra poesía.
Adolfo Lisabesky
(*) Almax de laboratorios Almirall
sábado, 25 de abril de 2015
Penumbras
Aparece la lluvia torrencial en mitad de un día seco,
olvidamos entonces el rocío leve de la mañana.
El arco iris trae un sol radiante, pleno, alto, orgulloso,
olvidamos entonces el último y tímido rayo de sol
del otoño.
Unas miserias dan paso a otras miserias,
por encima de todas el ocaso de la primavera
la pérdida siniestra de "Todos, con todos, entre todos"
Mueren heridas las ilusiones que un día nos dimos.
A su entierro, en luto riguroso llegan los tonos serios
los grises, el espantoso negro, los rectos hombres y mujeres
con sus rectas maneras....y yo sigo con mi nariz de payaso,
realizo la misma pantomima y los niños ya no ríen,
saben que tras la piel de plátano estará mi caída,
y no ríen.
Tal vez nos faltaron caricias o nos sobraron guiños,
vaya usted a saber, acaricio como un autómata,
paso mi mano por la rugosa manga de tu rebeca,
y sé que ese camino ya no es suficiente,
¡Mi mano es tan poca cosa!
Entre tanto, todos golpeamos nuestro pecho
como orangutanes presuntuosos,
orinamos las esquinas
como orgullosos felinos,
raspamos las cortezas de los abedules,
como decrépitos osos.
Pero el mar no es de nadie,
las encinas no son de los cerdos,
el cielo es un paisaje compartido,
y los caminos son lugares de encuentro.
A veces quiero pedir perdón,
y salen ruidos incomprensibles,
será que ya agoté todos los perdones.
Pero aviso que: La fiesta está por llegar,
el horizonte es un mar de felicidad,
la mañana ilumina porque el día merece ser iluminado,
la vida ha puesto su acento
en la i de defender la alegría, que decía el maestro.
Adolfo Lisabesky
olvidamos entonces el rocío leve de la mañana.
El arco iris trae un sol radiante, pleno, alto, orgulloso,
olvidamos entonces el último y tímido rayo de sol
del otoño.
Unas miserias dan paso a otras miserias,
por encima de todas el ocaso de la primavera
la pérdida siniestra de "Todos, con todos, entre todos"
Mueren heridas las ilusiones que un día nos dimos.
A su entierro, en luto riguroso llegan los tonos serios
los grises, el espantoso negro, los rectos hombres y mujeres
con sus rectas maneras....y yo sigo con mi nariz de payaso,
realizo la misma pantomima y los niños ya no ríen,
saben que tras la piel de plátano estará mi caída,
y no ríen.
Tal vez nos faltaron caricias o nos sobraron guiños,
vaya usted a saber, acaricio como un autómata,
paso mi mano por la rugosa manga de tu rebeca,
y sé que ese camino ya no es suficiente,
¡Mi mano es tan poca cosa!
Entre tanto, todos golpeamos nuestro pecho
como orangutanes presuntuosos,
orinamos las esquinas
como orgullosos felinos,
raspamos las cortezas de los abedules,
como decrépitos osos.
Pero el mar no es de nadie,
las encinas no son de los cerdos,
el cielo es un paisaje compartido,
y los caminos son lugares de encuentro.
A veces quiero pedir perdón,
y salen ruidos incomprensibles,
será que ya agoté todos los perdones.
Pero aviso que: La fiesta está por llegar,
el horizonte es un mar de felicidad,
la mañana ilumina porque el día merece ser iluminado,
la vida ha puesto su acento
en la i de defender la alegría, que decía el maestro.
Adolfo Lisabesky
domingo, 19 de abril de 2015
El alter ego de la poesía
Donde no llega el poema
llega la vida,
que hace a solas su propia poesía.
Se adorna de hermosas primaveras,
se viste de hechicera,
espectadores, nos sorprende un día,
con argumentos inéditos,
en escenarios espléndidos,
con un ritmo homérico.
Y la poesía se queda pequeña,
ínfima, enana, muda.
Solo le queda tomar nota,
copiar, sacar pluma y copiar,
cuando aparece la vida,
remendar la poesía con una puesta de sol,
con el hallazgo del equilibrista payaso,
el olor de la inocencia,
la belleza de un simple e inútil gesto.
Luego la vida vuelve a dormir,
y la poesía, siempre en guardia,
...hace lo que puede.
Adolfo Lisabesky
llega la vida,
que hace a solas su propia poesía.
Se adorna de hermosas primaveras,
se viste de hechicera,
espectadores, nos sorprende un día,
con argumentos inéditos,
en escenarios espléndidos,
con un ritmo homérico.
Y la poesía se queda pequeña,
ínfima, enana, muda.
Solo le queda tomar nota,
copiar, sacar pluma y copiar,
cuando aparece la vida,
remendar la poesía con una puesta de sol,
con el hallazgo del equilibrista payaso,
el olor de la inocencia,
la belleza de un simple e inútil gesto.
Luego la vida vuelve a dormir,
y la poesía, siempre en guardia,
...hace lo que puede.
Adolfo Lisabesky
jueves, 16 de abril de 2015
Tal vez alergias
La primavera ha desbordado mi cuerpo,
como un río crecido asalta lagrimales,
mi boca y mi nariz son desvencijados restos
de la tormenta asidua a los días primaverales.
No me hago flor, sigo siendo capullo,
en eso la primavera no ha sido tajante,
mientras el cerezo compite con el azabache
sigo siendo hoja raída, hundido mi orgullo.
Una tos de viejo fumador me acompaña.
Mareas que dejan mi cuerpo por un pañuelo,
aunque prefiero el rocío fresco de la mañana,
y esa tísica tos como un grillo y su eco.
Todo el invierno esperándote, mes de Abril,
para verme a merced de tus bromas,
las inocentes bromas de un adolescente.
Adolfo Lisabesky
como un río crecido asalta lagrimales,
mi boca y mi nariz son desvencijados restos
de la tormenta asidua a los días primaverales.
No me hago flor, sigo siendo capullo,
en eso la primavera no ha sido tajante,
mientras el cerezo compite con el azabache
sigo siendo hoja raída, hundido mi orgullo.
Una tos de viejo fumador me acompaña.
Mareas que dejan mi cuerpo por un pañuelo,
aunque prefiero el rocío fresco de la mañana,
y esa tísica tos como un grillo y su eco.
Todo el invierno esperándote, mes de Abril,
para verme a merced de tus bromas,
las inocentes bromas de un adolescente.
Adolfo Lisabesky
lunes, 13 de abril de 2015
Tierra mía
¿Por qué, tierra mía, quieres que cante?
si de mi solo sale esa voz lenta y titubeante.
¿Por qué, tierra mía, quieres que baile?
si de mi,mis pies andan torpes y tristes.
si de mi solo sale esa voz lenta y titubeante.
¿Por qué, tierra mía, quieres que baile?
si de mi,mis pies andan torpes y tristes.
sábado, 11 de abril de 2015
A pesar de todo, a votar también
A votar, a votar,
todos a votar,
para que todo siga igual.
Para que el jornal,
sepa a rico manjar,
todos a votar.
Para que en las plazas
os dejéis de quejar,
a votar, a votar.
Nadie en la puerta debe estar,
entrar a votar,
remolones ¡A votar!
Y en el quicio de una Democracia rota,
se arremolian los descreídos,
su voto es un voto arrugado,
que se resisten a echar,
sobre una urna ajada de promesas incumplidas.
Todo pasa por el ojo de la aguja
donde los ricos y los camellos,(*)
entran en el cielo, agitando nuestro voto
a cambio de alfombras rojas,
a cambio de cuentas en suiza,
a cambio de lo posible por lo imposible.
Y mientras voto, sonrío, saludo, me estiro,
caigo redondo sobre la cama
donde descansan los sueños aplazados.
Adolfo Lisabesky
(*) Marcos 10, 25
todos a votar,
para que todo siga igual.
Para que el jornal,
sepa a rico manjar,
todos a votar.
Para que en las plazas
os dejéis de quejar,
a votar, a votar.
Nadie en la puerta debe estar,
entrar a votar,
remolones ¡A votar!
Y en el quicio de una Democracia rota,
se arremolian los descreídos,
su voto es un voto arrugado,
que se resisten a echar,
sobre una urna ajada de promesas incumplidas.
Todo pasa por el ojo de la aguja
donde los ricos y los camellos,(*)
entran en el cielo, agitando nuestro voto
a cambio de alfombras rojas,
a cambio de cuentas en suiza,
a cambio de lo posible por lo imposible.
Y mientras voto, sonrío, saludo, me estiro,
caigo redondo sobre la cama
donde descansan los sueños aplazados.
Adolfo Lisabesky
(*) Marcos 10, 25
domingo, 5 de abril de 2015
Ropa vieja de semana santa 2015
I
Las botellas con mensaje
que un naufrago lanza en alta mar,
no tienen remitente, ni dirección,
solo tienen la extraña ilusión
que es salvarse del naufragio.
II
¿Se puede enseñar Literatura Universal
en los sesenta metros cuadrados de un aula?
A la pregunta ¿Para que sirven las mates?
¿se debe responder en la ínsula del aula?
¿Se puede enseñar historia del hombre
en un aula que no tiene mas de 25 años?
Y de la música ¿Secuestraremos a los ruiseñores
para enseñar su canto a los niños en el aula?
¿Darán los niños saltos en una misma losa
o podrán recorrer los cuatro puntos cardinales?
¿Haremos competencia a Demócrito,
haremos del aula nuestro átomo?
¿Se puede mostrar la lengua de una mariposa,
en el libro de las mariposas muertas?
En fin ¿es el aula la medida de todos nuestros conocimientos?
III
El viento es necesario
pero no suficiente,
remo, remo, remo.
Porque el viento
no es suficiente
mis fuerzas y tu aliento
son necesarias,
pero tampoco son suficientes,
rema, rema, rema.
IV
En mi playa los difuntos dejan flores a los vivos.
La flor del melocotonero que todas las primaveras
parece acordarse de sus hijos.
Pasa la vida también por la vida pasada
y un muerto vive en ti, melocotonero.
Respira por tus hojas,
se engalana con tus flores,
acecha el mar en la madrugada
y protege la casa por sus ventanas.
Sentado en su silla aun veo como vuela
el hueso de melocotón
hacia su jardín
V
Es inevitable, un poema tiene que tener versos,
sucesivos intentos frustrados de ritmo
como en la vida se tienen
intentos frustrados de vida.
VI
Muere el salmón en el río,
muere el río en el mar,
muere el mar en la costa,
muere la costa en el cielo,
mueren en el cielo tus sueños.
Adolfo Lisabesky
Las botellas con mensaje
que un naufrago lanza en alta mar,
no tienen remitente, ni dirección,
solo tienen la extraña ilusión
que es salvarse del naufragio.
II
¿Se puede enseñar Literatura Universal
en los sesenta metros cuadrados de un aula?
A la pregunta ¿Para que sirven las mates?
¿se debe responder en la ínsula del aula?
¿Se puede enseñar historia del hombre
en un aula que no tiene mas de 25 años?
Y de la música ¿Secuestraremos a los ruiseñores
para enseñar su canto a los niños en el aula?
¿Darán los niños saltos en una misma losa
o podrán recorrer los cuatro puntos cardinales?
¿Haremos competencia a Demócrito,
haremos del aula nuestro átomo?
¿Se puede mostrar la lengua de una mariposa,
en el libro de las mariposas muertas?
En fin ¿es el aula la medida de todos nuestros conocimientos?
III
El viento es necesario
pero no suficiente,
remo, remo, remo.
Porque el viento
no es suficiente
mis fuerzas y tu aliento
son necesarias,
pero tampoco son suficientes,
rema, rema, rema.
IV
En mi playa los difuntos dejan flores a los vivos.
La flor del melocotonero que todas las primaveras
parece acordarse de sus hijos.
Pasa la vida también por la vida pasada
y un muerto vive en ti, melocotonero.
Respira por tus hojas,
se engalana con tus flores,
acecha el mar en la madrugada
y protege la casa por sus ventanas.
Sentado en su silla aun veo como vuela
el hueso de melocotón
hacia su jardín
V
Es inevitable, un poema tiene que tener versos,
sucesivos intentos frustrados de ritmo
como en la vida se tienen
intentos frustrados de vida.
VI
Muere el salmón en el río,
muere el río en el mar,
muere el mar en la costa,
muere la costa en el cielo,
mueren en el cielo tus sueños.
Adolfo Lisabesky
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