Leo mis poemas con voz engolada
en mi soledad retumban las rimas no convocadas
Subiré los poemas a la copa de una higuera
allí los golosos gorriones picotearan mis versos
dejándolos como un vaginal higo rojo, abiertos.
El caminante no sabrá si comerlos, si leerlos
o en el amor someterlos.
De los versos leídos, picoteados o sometidos
haré libro, fruto o un rincón de mi destino.
Adolfo Lisabesky
Dicen los expertos que es conveniente escribir para conocerse. Las fotos nos revelan cicatrices con las que no contamos. Un megáfono nos ayuda a mejorar nuestra dicción. Escribir y releerse nos ayuda a alejar determinados fantasmas.
Vistas de página en total
69741
domingo, 29 de junio de 2014
Amanecer en Almería
Cuarenta y tres años
creyendo en amaneceres
como en hombres y mujeres
sin ojos, desconocidos, extraños.
Hoy
- que soy más Santo Tomás que nunca-
avisé al despertador que me avisara,
avisé a mis sentidos que me alertaran,
avisé a mi sueño de mi jugada.
Y viví el sol de la Alcazaba.
Y digo aquí y ahora, vivir
porque lo he visto morir
tantas veces
en caminos hacia a la luna,
cuando los sueños perecen,
perdido en los reinos sin cintura.
No cayeron llantos de alegría
sino canto, poema y baile.
Como una ancestral
muestra de alegría.
Y salió el sol
y todos respiramos aliviados,
cayó el día sobre nosotros,
volví a mi cama reconfortado.
Amanecer en Almería
a pesar del tumulto
pude ver la amanecida
Adolfo Lisabesky
Adolfo Lisabesky
jueves, 26 de junio de 2014
Adios
Te vas y sólo puedo beber y sonreír
que mal bebo
...que estúpido sonrío.
Te vas como un goteo incesante
como la manija del segundero loco
y yo sólo sé beber...y sonreír.
Mis sorbos son francos
también mi risa.
Pintaron de un carmín rojo mis labios
ahora mi risa será mas clara, nítida, orgullosa
Y mientras los días de despedida se agigantan
me hago pequeño, tanto como las gotas de rocío
de las plantas de plástico que alguien olvidó regar.
Adolfo Lisabesky
A Lola R, Lola M, Agustín, Belén, Aurelia, Jose, Raquel
Mucha suerte
que mal bebo
...que estúpido sonrío.
Te vas como un goteo incesante
como la manija del segundero loco
y yo sólo sé beber...y sonreír.
Mis sorbos son francos
también mi risa.
Pintaron de un carmín rojo mis labios
ahora mi risa será mas clara, nítida, orgullosa
Y mientras los días de despedida se agigantan
me hago pequeño, tanto como las gotas de rocío
de las plantas de plástico que alguien olvidó regar.
Adolfo Lisabesky
A Lola R, Lola M, Agustín, Belén, Aurelia, Jose, Raquel
Mucha suerte
lunes, 23 de junio de 2014
Adolfadas IX
En una siesta temblorosa
la brisa del norte
anuncia al sopor su derrota
Un barco amanece en tu lomo,
un pájaro picotea tu espalda,
las noches despiertan tu alma
Dibujé un verso en el río
me lo dictaba la ribera,
en el mar lo he visto crecido.
La moneda en el aire
se resiste a caer
y revelar mi destino
La felicidad
que nace del odio
dura lo que el flash
de una fotografía.
El efecto dominó
es imparable,
espero ser la ficha final.
Para leer a León Felipe
hay que viajar a México
para poder gritarle a España
o a lo que queda de ella
Dejarse caer sobre la cama
dormirse al compás de un grillo
Mirarse en los espejos, el alma.
De este material son mis amigos.
Un unicornio anda suelto
¡Cuidado! el cree que es rinoceronte,
no sabe que escapó de un sueño
Adolfo Lisabesky
la brisa del norte
anuncia al sopor su derrota
Un barco amanece en tu lomo,
un pájaro picotea tu espalda,
las noches despiertan tu alma
Dibujé un verso en el río
me lo dictaba la ribera,
en el mar lo he visto crecido.
La moneda en el aire
se resiste a caer
y revelar mi destino
La felicidad
que nace del odio
dura lo que el flash
de una fotografía.
El efecto dominó
es imparable,
espero ser la ficha final.
Para leer a León Felipe
hay que viajar a México
para poder gritarle a España
o a lo que queda de ella
Dejarse caer sobre la cama
dormirse al compás de un grillo
Mirarse en los espejos, el alma.
De este material son mis amigos.
Un unicornio anda suelto
¡Cuidado! el cree que es rinoceronte,
no sabe que escapó de un sueño
Adolfo Lisabesky
viernes, 20 de junio de 2014
Consejos, nada prácticos, a una recién licenciada en Medicina
Manos humildes las que han de curar
en una cabeza que no sustituya
al corazón.
Te puedo hablar de la empatía
pero seguro que ya la conoces
de reconocerse en el cuerpo de otros
del dolor que aunque sea cotidiano
y ajeno, es una fiera indómita
que requiere de ti para su control.
No hará falta que vuelvas a tener sarampión
ni que te operes de apendicitis periódicamente
ni que que puncees tu espalda.
Seguro que sabrás reconocerlos
sin la necesidad de tener que vivirlos
Y como serás una magnífica doctora
como curarás tantas enfermedades
cuídate de ese parásito estúpido
que la academia llama orgullo.
Lee a Lizano, a Leon Felipe, a Marcos Ana.
Y entonces recuérdate simple mamífero
mírate piedra del camino
o la sombra del único árbol del presidio.
Ya está, ya no te diré más
equivocarte será inevitable
como se equivocaron los Dioses
creadores de todo lo imperfecto,
tú que eres humana
no renuncies a tus errores.
Convive con ellos,
sin renegar su tozuda presencia.
Sobre todo cuando te llame
para hablarte de mi hígado graso
dime que todo va bien
y mándame un cálido abrazo
Adolfo Lisabesky
A Raquel, que a poco a poco
se nos hace Galena
en una cabeza que no sustituya
al corazón.
Te puedo hablar de la empatía
pero seguro que ya la conoces
de reconocerse en el cuerpo de otros
del dolor que aunque sea cotidiano
y ajeno, es una fiera indómita
que requiere de ti para su control.
No hará falta que vuelvas a tener sarampión
ni que te operes de apendicitis periódicamente
ni que que puncees tu espalda.
Seguro que sabrás reconocerlos
sin la necesidad de tener que vivirlos
Y como serás una magnífica doctora
como curarás tantas enfermedades
cuídate de ese parásito estúpido
que la academia llama orgullo.
Lee a Lizano, a Leon Felipe, a Marcos Ana.
Y entonces recuérdate simple mamífero
mírate piedra del camino
o la sombra del único árbol del presidio.
Ya está, ya no te diré más
equivocarte será inevitable
como se equivocaron los Dioses
creadores de todo lo imperfecto,
tú que eres humana
no renuncies a tus errores.
Convive con ellos,
sin renegar su tozuda presencia.
Sobre todo cuando te llame
para hablarte de mi hígado graso
dime que todo va bien
y mándame un cálido abrazo
Adolfo Lisabesky
A Raquel, que a poco a poco
se nos hace Galena
sábado, 14 de junio de 2014
Casas Blancas
Un beso, sólo es un beso
y un abrazo
no deja de ser
un abrazo.
Y eso es todo
obviedad, reclamo
del enamorado.
Penúltima estratagema
del que todo ha probado.
Engañada la pareja
envuelta por el lazo,
apretada la pueril tesis,
descubre:
que un beso
es más que un beso.
Y que un abrazo
es el principio y el fin.
Adolfo Lisabesky
y un abrazo
no deja de ser
un abrazo.
Y eso es todo
obviedad, reclamo
del enamorado.
Penúltima estratagema
del que todo ha probado.
Engañada la pareja
envuelta por el lazo,
apretada la pueril tesis,
descubre:
que un beso
es más que un beso.
Y que un abrazo
es el principio y el fin.
Adolfo Lisabesky
sábado, 7 de junio de 2014
Versos atropellados
Descanso en una hierba fina
que sólo en mis sueños habita.
El sol calienta mi alma
el mismo que no entra en mi casa.
Me cuelgo en la luna
pero con poca fortuna.
En el ruido de la vida
oigo ecos del silencio.
Doscientos sacerdotes ofician
misas del desencanto todos los días
Miles de ángeles caídos
pescan en los ríos revueltos del pecado
Los hijos de la alegría
se cobijan en los tristes días de la nostalgia
Y yo aquí, retirado
en unos versos que se resisten a rimar
en un poema que nació para ser carta
en unas horas incapaces de regalar
unos segundos.
Adolfo Lisabesky
que sólo en mis sueños habita.
El sol calienta mi alma
el mismo que no entra en mi casa.
Me cuelgo en la luna
pero con poca fortuna.
En el ruido de la vida
oigo ecos del silencio.
Doscientos sacerdotes ofician
misas del desencanto todos los días
Miles de ángeles caídos
pescan en los ríos revueltos del pecado
Los hijos de la alegría
se cobijan en los tristes días de la nostalgia
Y yo aquí, retirado
en unos versos que se resisten a rimar
en un poema que nació para ser carta
en unas horas incapaces de regalar
unos segundos.
Adolfo Lisabesky
miércoles, 4 de junio de 2014
Sueño en poder dormirme en los laureles
Dormirse en los laureles
menudo reproche estúpido,
como si no pudiéramos descansar
plácidos sobre pequeñas victorias.
Ahora, tendremos que buscar
las victorias mas mullidas
para que nuestro sueño
no sea sueño sobresaltado.
La de aquellos versos ganados al mar,
mientras ella trataba escapar
de entre mis manos
la traducía en poema salado.
La tenue luz cazada en unas piedras
que guardo en una estantería
El instante ganado al tiempo
de un viaje a Londres o a Cuenca
prisioneros que revivo
de cuenca en cuenca.
La alegría de vivir, dibujada
en la música, los diálogos, los fotogramas
de la película "Irma, la dulce".
El otoño descabezado
que sucumbió a los envites
del sol en un jardín secuestrado
Cervezas, tapas y alegría
que iluminan la plaza de un mediodía.
Pequeños laureles, dichas incompletas
que acomodo a mi alma
para que mi cuerpo pueda dormir.
Adolfo Lisabesky
menudo reproche estúpido,
como si no pudiéramos descansar
plácidos sobre pequeñas victorias.
Ahora, tendremos que buscar
las victorias mas mullidas
para que nuestro sueño
no sea sueño sobresaltado.
La de aquellos versos ganados al mar,
mientras ella trataba escapar
de entre mis manos
la traducía en poema salado.
La tenue luz cazada en unas piedras
que guardo en una estantería
El instante ganado al tiempo
de un viaje a Londres o a Cuenca
prisioneros que revivo
de cuenca en cuenca.
La alegría de vivir, dibujada
en la música, los diálogos, los fotogramas
de la película "Irma, la dulce".
El otoño descabezado
que sucumbió a los envites
del sol en un jardín secuestrado
Cervezas, tapas y alegría
que iluminan la plaza de un mediodía.
Pequeños laureles, dichas incompletas
que acomodo a mi alma
para que mi cuerpo pueda dormir.
Adolfo Lisabesky
martes, 3 de junio de 2014
Cuento
Aprendí a contar
Me doctoré en el arte de contar.
Hoy he contado:
Diez hambrientos con cartel.
Quince padres parados
recogen a sus hijos sin comer
Seis amas de casa hacen cola
para pedir huesos de pollo
para poder hacer una sopa.
Cuarenta años de un sistema
constitucional perfecto, perfecto.
Un mes con mis codos a la virulé.
Mañana seguiré contando
Adolfo Lisabesky
Me doctoré en el arte de contar.
Hoy he contado:
Diez hambrientos con cartel.
Quince padres parados
recogen a sus hijos sin comer
Seis amas de casa hacen cola
para pedir huesos de pollo
para poder hacer una sopa.
Cuarenta años de un sistema
constitucional perfecto, perfecto.
Un mes con mis codos a la virulé.
Mañana seguiré contando
Adolfo Lisabesky
domingo, 1 de junio de 2014
Versos sueltos y en desbandada
Todo comienza como acaba
al menos con la misma incertidumbre
El sol, astro rey, inaugura el verano
sin cortinilla, placa o diputado
De entre todos los girasoles
,el más tímido, miraba los rincones.
Espabilar segundos antes de morir
te evita una vida llena de desilusiones.
La Amistad es algo a perfeccionar
antes de hablar o actuar, nuestros amigos,
debieran pasarnos sus propuestas.
La noche hay veces que invade la mañana
y es cuando nacen los días grises.
El mar empieza donde acaba el río
pero ¿Dónde acaba el río?
Y en ese lugar ¿El agua es a media sal?
Es una inconveniencia para poetas y filósofos
que el sentido de la vida quepa en el sobre del azúcar.
Solía guardar mis comics entre gruesas novelas
ahora escondo mis libros de poesía en mis comics.
Vivir ¿Para qué? Equivocarse, desenamorarse,
perderse, accidentarse... Morir ¿Por qué?
Es el amor un sentimiento nada puro
está contaminado por fluidos y reproches.
Olvidar, olvidarse, olvido, olvidado
¿De qué estábamos hablando?
Es el verso suelto en la poesía la heterodoxia
son los sonetos, el cuerpo perfecto, la ortodoxia.
Adolfo Lisabesky
al menos con la misma incertidumbre
El sol, astro rey, inaugura el verano
sin cortinilla, placa o diputado
De entre todos los girasoles
,el más tímido, miraba los rincones.
Espabilar segundos antes de morir
te evita una vida llena de desilusiones.
La Amistad es algo a perfeccionar
antes de hablar o actuar, nuestros amigos,
debieran pasarnos sus propuestas.
La noche hay veces que invade la mañana
y es cuando nacen los días grises.
El mar empieza donde acaba el río
pero ¿Dónde acaba el río?
Y en ese lugar ¿El agua es a media sal?
Es una inconveniencia para poetas y filósofos
que el sentido de la vida quepa en el sobre del azúcar.
Solía guardar mis comics entre gruesas novelas
ahora escondo mis libros de poesía en mis comics.
Vivir ¿Para qué? Equivocarse, desenamorarse,
perderse, accidentarse... Morir ¿Por qué?
Es el amor un sentimiento nada puro
está contaminado por fluidos y reproches.
Olvidar, olvidarse, olvido, olvidado
¿De qué estábamos hablando?
Es el verso suelto en la poesía la heterodoxia
son los sonetos, el cuerpo perfecto, la ortodoxia.
Adolfo Lisabesky
Suscribirse a:
Entradas (Atom)